España está sufriendo una ola de calor que ha provocado multitud de incendios y muertes en el país. A eso hay que sumarle que dormir en los días en los que las temperaturas son muy elevadas no es fácil y puede llegar a producir trastornos del sueño, como insomnio. Para ayudar a que las personas puedan descansar mejor en esas situaciones, unos bioingenieros han creado un colchón inteligente que calienta y enfría estratégicamente el cuerpo para adormecerlo.

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El insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes, sobre todo en verano, que produce una disminución de la capacidad de dormir. Esto provoca que al día siguiente la persona se sienta con falta de energía y de descanso, lo que termina afectando a su calidad de vida. Sin embargo, unos científicos de la Universidad de Texas, en Austin (Estados Unidos), han desarrollado un dispositivo para conseguir que la gente se duerma rápido y profundamente, terminando así con este problema.

La temperatura del cuerpo comienza a disminuir cuando se acerca la hora de acostarse, como parte de los ritmos circadianos que actúan como un reloj biológico de 24 horas. Los científicos de la universidad estadounidense han aprovechado este fenómeno para construir un colchón inteligente que utiliza calefacción y refrigeración para engañar al cuerpo de las personas para que se duerman más rápido, incluso en los meses de más calor. Un dispositivo que promete ayudar a combatir el insomnio. 

Enfría el cuerpo

Este nuevo colchón inteligente estimula el cuerpo para desencadenar la sensación de sueño a través de elementos de refrigeración y calefacción que se han colocado cuidadosamente a lo largo del dispositivo. Un proyecto que se basa principalmente en la idea de bajar la temperatura interna del cuerpo por la noche para indicarle que es la hora de acostarse.

"Facilitamos la preparación para conciliar el sueño mediante la manipulación de sensores internos sensibles a la temperatura del cuerpo para ajustar brevemente el termostato del cuerpo para que piense que la temperatura es más alta de lo que realmente es", explica Shahab Haghayegh, uno de los investigadores, en un comunicado oficial.

Aun así, este proceso se debe realizar de una manera cuidadosamente orquestada, como indican los científicos de la universidad estadounidense; quienes resaltan que la piel del cuello es un termostato corporal importante para el ser humano. Es por ese motivo que esa zona es el sensor principal al que se dirige el colchón inteligente, que incorpora una almohada térmica.

El colchón de doble capa utiliza dispositivos de calefacción y refrigeración, y se ha diseñado para enfriar de forma simultánea las áreas centrales del cuerpo mientras calienta al mismo tiempo el cuello, las manos y los pies. Gracias a ello, consigue aumentar el flujo sanguíneo para disipar el calor corporal y regular la temperatura del cuerpo de la persona.

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"Es notable cuán efectivo es el calentamiento suave a lo largo de la columna cervical para enviar una señal al cuerpo para aumentar el flujo sanguíneo a las manos y los pies para reducir la temperatura central y precipitar el inicio del sueño. Un efecto que también permite que la presión arterial caiga ligeramente durante la noche, con el beneficio de lograr que el sistema cardiovascular se recupere del estrés de mantener el flujo sanguíneo durante las actividades diarias, lo cual es muy importante para la salud a largo plazo", indica Kenneth Diller, autor del estudio

Dos versiones

Los investigadores pusieron a prueba dos versiones del colchón inteligente, que fueron examinados por 11 personas: una que usa agua y otra que utiliza el aire para controlar la temperatura corporal. A los participantes les pidieron que se acostaran dos horas antes de lo habitual, utilizando algunas noches las funciones de enfriamiento y calentamiento del dispositivo; y en otras debían dormir sin ellas.

Una imagen térmica del colchón inteligente. Universidad de Texas Omicrono

El estudio encontró que la función de enfriamiento y calentamiento del cuerpo ayudó a los participantes a conciliar el sueño antes, aproximadamente un 58% más rápido en comparación con las noches en las que estas herramientas no se utilizaron. Además, la reducción de la temperatura del cuerpo también mejoró significativamente la calidad del sueño.

En la actualidad el equipo de científicos de la universidad estadounidense dispone de una patente para la tecnología de la almohada y el colchón de enfriamiento y calentamiento; y esperan poder asociarse con empresas de colchones para comenzar a comercializar este dispositivo.

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