Barcelona

Apartado del olor a gasolina, a goma quemada y de la emoción desenfrenada que orbita alrededor del Gran Premio de España de Fórmula 1 se encuentra un lugar clave: el centro de retransmisiones televisivas. Gracias él la magia de la competición llega en directo a 400 millones de espectadores de todo el mundo, que siguen la carrera con unos ángulos de vídeo que parecen imposibles y una cantidad suficiente de datos de telemetría como para satisfacer a los más acérrimos espectadores.

Soportando toda esa maraña casi laberíntica de datos en bruto se encuentra la tecnología de Lenovo. La marca anunció en marzo que comenzaban a colaborar con Fórmula 1 aplicando todos sus conocimientos y las últimas innovaciones. "Es una unión para mucho tiempo", ha comentado a EL ESPAÑOL - Omicrono Roberto Dalla, director general del centro de medios y tecnología de Fórmula 1.

La primera aproximación ha sido la de proveer de todo lo necesario para la gestión de datos en la carrera. Donde se incluyen la telemetría generada por cada monoplaza y también todo el material multimedia como vídeos y audio. Todo pasa actualmente por la infraestructura de la compañía china, que se ha convertido en un elemento clave para la retransmisión y que promete desplegar todo su potencial en los próximos meses.

70 km de fibra

Tras el impacto de la pandemia los organizadores decidieron dividir al departamento de 300 personas que se dedican a gestionar todas las retransmisiones y que antes se trasladaban a la ubicación de la carrera. "Ahora prácticamente mitad del equipo se queda en la sede central en Reino Unido, solo vienen a la carrera unas 180 personas", afirma Dalla. Algo que, lejos de añadir complejidad, ha facilitado mucho las cosas desde el punto de vista tecnológico.

Tras cerciorarse de que la infraestructura está correctamente desplegada por el circuito, el equipo desplazado centra todos sus esfuerzos en la recepción del material en bruto. "Aproximadamente generamos 1 TB por carrera" que los sistemas de Lenovo deben recoger y almacenar directamente desde las cámaras apostadas por todo el trazado y los datos recogidos por la sensórica de los coches.

Coche de Fórmula 1 Izan González

Para ello emplean una conexión local de fibra óptica de más de 70 kilómetros que despliegan para cada carrera, con ella consiguen que cada uno de los datos viaje directamente al centro de transmisiones de Fórmula 1 en el circuito de la forma más rápida y fiable.

Una vez allí, "enviamos todo a nuestra base en Inglaterra" donde 120 personas se encargan de gestionarlo, prepararlo y, en última instancia, enviarlo a los millones de hogares de todo el mundo. En un proceso que apenas dura unos segundos para minizar el retardo de la información.

El objetivo a corto y medio plazo es reducir considerablemente el número de personas desplazadas. Según indica Dalla, es posible que la temporada que viene tan solo se necesiten entre 50 o 60 personas trabajando localmente en la retransmisión de contenidos en cada Gran Premio. 

"Utilizamos un doble canal de fibra óptica que va directamente hasta nuestras instalaciones inglesas", según ha descrito Dalla. La razón por la que utilizan este tipo de planteamiento se basa en la redundancia, "si una se rompe, siempre tenemos la otra". Pero todavía hay más.

Roberto Dalla Izan González

"Se puede dar el caso de que ambas líneas de fibra óptica queden inutilizadas". La Fórmula 1 tiene un plan C para estos casos. "En caso de necesidad, podemos inmediatamente conectarnos vía satélite", comenta. "No es una experiencia completa debido al ancho de banda limitado de esta tecnología, pero nos permite proporcionar un servicio básico".

Más de 100 cámaras

Toda esa transmisión y gestión de datos no sería posible sin un enorme ecosistema de cámaras repartidas por todo el trazado. Actualmente, en el circuito de Montmeló la Fórmula 1 despliega más de 100 cámaras situadas hasta en los lugares más recónditos como en las hendiduras de los pianos, que proporcionan una imagen muy original.

"Actualmente hay 27 camarógrafos trabajando en cada carrera" que operan la cámara y se encargan de ir siguiendo la competición. "Pero es posible que en un futuro no se necesite a ninguno de ellos", afirma Dalla. Haciendo referencia a la posibilidad de manejarlas a distancia.

En el plano aéreo, además del clásico helicóptero que captas las vistas más generales del circuito, en el Gran Premio de España están probando por primera vez emplear un dron para un enfoque intermedio. Y la famosa cámara mosca que recorre el pit lane de arriba abajo enganchada a una cuerda.

Circuito de Montmeló Izan González

También está la parte de las cámaras instaladas en los monoplazas. En total, según ha enumerado Dalla, existen 4 a bordo con capacidad de transmitir vídeo en tiempo real, más la que lleva el piloto incluida en el casco y que proporciona imágenes en primerísima persona. "Tenemos una que graba en 360º, pero nuestra capacidad de envío no es capaz de asumirlo". Por lo que se queda almacenado.

Precisamente esta última cámara tiene un gran potencial desde el punto de vista de la realidad virtual. Si se consiguen instalar más de este tipo y se aumenta en ancho de banda se podrían transmitir las carreras en este formato que poco a poco parece que va ganando adeptos.

En cuanto a la retransmisión de las cámaras dentro de los coches, Della ha detallado que emplean una evolución de la conectividad WiFi. "Hemos personalizado el nivel más bajo del WiFi para que funcione en un coche a 300 kilómetros por hora". Junto a otras tecnologías, consiguen un ancho de banda de 20 Mb por segundo, suficiente para transmitir contenido en calidad FullHD.

Material clasificado

Una parte muy importante de la cantidad de datos que recopilan en la Fórmula 1 proviene de los propios coches. La telemetría, como así se denomina, es esencial para el desarrollo y mejora de los monoplazas y de su análisis provienen algunas de las tecnologías que luego se aplican.

En este sentido, la infraestructura soportada por Lenovo también se encarga de gestionar toda esta información recibiéndola directamente del coche. "Nosotros realmente no tenemos acceso [en bruto] a todos los datos que recopilamos", dice Dalla.

Tras la llegada a la central de retransmisión, los datos se devuelven directamente a los equipos. "Antes cada uno tenía su propio sistema de transmisión de telemetría, ya todo está centralizado". La Fórmula 1 cuenta con acuerdos rigurosísimos con las escuderías sobre qué tipo de contenido pueden mostrar en última instancia. "Los datos son los mayores secretos de cada equipo".

Retransmisión de telemetría Izan González

La parte que sí se puede enseñar y que finalmente llega al público conforma un porcentaje bajísimo. Además, según ha explicado, muchos de ellos se emiten por televisión menos afinados. "Por ejemplo, el dato de la evolución de las revoluciones de motor lo registra cada 100 veces por segundo, nosotros lo mostramos con una frecuencia de refresco de 5 veces por segundo". Para no dar pistas.

Uno de los datos que se mantienen en secreto es la vibración del motor, un factor clave para conocer la fiabilidad que tendrá durante el transcurso de la competición. Tampoco pueden mostrar el ángulo de deslizamiento, para no revelar información si el coche tiene subviraje o sobreviraje.

Cada equipo cuenta con 1000 canales de transmisión de datos hacia los servidores de la Fórmula 1, que se alimentan de aproximadamente 300 sensores que lleva a bordo cada uno de los monoplazas. Todos ellos recopilan 35 MB de datos en bruto por coche y vuelta. Multiplicado por el número de vehículos por el de vueltas en la carrera de este domingo, se generarán unos 42 GB.

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