Las aves son una gran fuente de inspiración para la industria aeronáutica que quiere reinventar el transporte aéreo con vehículos eléctricos. Si en España se usan drones de camuflaje que simulan ser aves rapaces, en África pretenden revitalizar la economía del continente con un vehículo eléctrico muy parecido a un gorrión, Macrobat.

La start-up africana Phractyl propone un concepto diferente a todos los eVTOL que están inundando el mercado internacional. Su diseño de coche volador parece más un pájaro que un avión, con alas y patas como las de las aves.

El Macrobat es de momento solo un diseño de tres ingenieros que quiere aportar una "solución africana a un problema africano", es decir, aportar tecnología creada en el continente para dar soporte a las necesidades de la región como mejorar el transporte de mercancías como vacunas o servir de avión para empresarios.

El pájaro avión

Haciendo uso de una rima pegadiza, estos tres emprendedores sudafricanos presentan en el siguiente video su propuesta. No solo quieren crear un eVTOL, también es una reivindicación social para apoyar la creación en el continente y no depender de la tecnología de otras partes del mundo.

Macrobat, eVTOL con forma de pájaro Phractyl

Desde la web de Phractyl, los diseños de macrobat muestran a un avión con dos alas, una pequeña cabina y un tren de aterrizaje peculiar. Aseguran sus creadores que es un avión 100% eléctrico, "pues las soluciones para mejorar el mundo no deberían perjudicar al planeta", aseguran. 

Por el momento el vehículo está en fase de pruebas para crear su sistema de propulsión. "Actualmente estamos trabajando para construir un prototipo a escala del Macrobat para demostrar el rendimiento de vuelo", se puede leer en la página web. Quieren que este taxi volador, ayude a moverse con facilidad por el territorio africano para supervisar el estado de las infraestructuras, aplica pesticidas desde el aire a los campos agrícolas o movilizar ayuda en situaciones de emergencia.

El despegue

Lo más peculiar de Macrobat es su diseño capaz de inclinarse hasta 45 grados y el tren de aterrizaje y despegue que le permiten posarse sobre el suelo con gran agilidad. La posibilidad de inclinarse de horizontal a vertical, es necesaria para que los pasajeros puedan subir y bajar de la nave con comodidad, cambiando la inclinación cuando se va a despegar. Las dos grandes hélices que presenta en cada ala se colocan mirando al cielo para levantar el vehículo en el aire y coger impulso.

Macrobat aterrizando Phractyl Omicrono

Para las patas, en vez de optar por las clásicas garras de las aves o las bases fijas que muestran la mayoría de los drones, se han creado con el diseño de los tanques para poder abordar terrenos complicados. También llamadas orugas, cada pata cuenta con dos ruedas de este tipo para dotar de mayor equilibrio al vehículo. 

Después conectan las orugas con el resto de la nave, dos patas de metal y cables de tensión que se doblan y desplieguen gracias a tres articulaciones como las de las aves. Un tobillo, una rodilla y un último engranaje a la altura de la cadera ofrecen movilidad para que la cápsula se acerque o aleje del suelo.

Al despegar, las patas se pliegan debajo de la cola para no entorpecer durante el vuelo. Mientras el proyecto siga en pruebas, los diseñadores se reservan parte de la información sobre sus avances, será necesario esperar para verá este pájaro eléctrico hacer sus primeros vuelos de prueba.

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