Operadores radar dentro del buque  USS Vincennes

Operadores radar dentro del buque USS Vincennes U.S. Navy Omicrono

Tecnología

Esta inteligencia artificial predice ataques militares con días de antelación y EEUU ya la está usando

Gide es una inteligencia artificial que analiza millones de datos recogidos por sensores y satélites para alertar al ejército de Estados Unidos de los movimientos del enemigo.

3 agosto, 2021 12:49

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Tecnologías como la inteligencia artificial y el Big Data que tanto han ayudado en España a luchar contra la Covid-19, sirven ahora al Pentágono de Estados Unidos, como el órgano de inteligencia más importante, para predecir los movimientos de otros países con días de antelación.

El ejército de Estados Unidos fue uno de los primeros en darse cuenta de que la inteligencia artificial es una herramienta con un potencial prácticamente todavía por explorar. En los últimos años, han presentado drones y otras armas que utilizan esta tecnología para ser más autónomas, pero ahora recurren a esta innovación tecnológica para crear un planteamiento que les permita anticipar los movimientos de los países enemigos con un tiempo suficiente como para preparase ante posibles ataques.

Para ello, el Pentágono ha presentado el Global Information Dominance Experiment (Experimento de dominio de la información global, en español). Consiste en un conjunto de tecnologías basadas en el tratamiento de datos a través de la inteligencia artificial que impulsa su capacidad predictiva. Dentro del propio organismo de inteligencia lo han definido como un "cambio fundamental". Y, teniendo en cuenta todo lo que hay detrás, puede convertirse en un punto de inflexión en el panorama militar internacional.

IA y Big Data

Puede sonar a ciencia ficción, pero las tecnologías que nutren a Gide (acrónimo de esta herramienta) son más comunes de lo que parecen. La inteligencia artificial, la computación en la nube y el análisis de grandes cantidades de datos o Big Data son un activo en muchos otros sectores como la investigación en medicina, el análisis financiero o incluso la predicción meteorológica.

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"Las amenazas a las que nos enfrentamos y el ritmo del cambio en el entorno geoestratégico continúan avanzando a ritmos realmente alarmantes" explica el general VanHerck en una entrevista. "Hemos entrado en una era de competencia estratégica nueva y renovada, y esta vez, nos enfrentamos a dos competidores pares, ambos con armas nucleares, que compiten contra nosotros a diario". 

Gide recibe información de los satélites, radares marinos y sensores terrestres en tiempo real. Sus ordenadores recopilan y analizan estos datos en busca de una serie de factores para los que ha sido entrenada esta inteligencia artificial. Si detecta algún patrón significativo genera una alarma para que el ejército decida qué actuación es la más adecuada. 

Por ejemplo, si las imágenes satelitales muestran submarinos cerca de un puerto en el que EEUU tiene actividades, las unidades de defensa pueden valorar si se trata de un posible ataque y prepararse para cualquier movimiento de esos submarinos.

VanHerck pone como ejemplo el Canal de Panamá, donde Gide 3 "nos permitió colaborar rápidamente entre los 11 comandos combatientes y en todo el departamento para ver esos datos e información. Estamos tomando sensores de todo el mundo, no solo sensores militares, sino también información disponible comercialmente, y la utilizamos para el conocimiento del dominio."

El factor humano

Aún así, la principal responsabilidad sigue recayendo en el ser humano. La inteligencia artificial no puede comprender hoy por hoy lo que significan esos datos, ni las posibles consecuencias, solo busca patrones con los que ha sido entrenada. Son las personas, las que después deben valorar los informes aportados por Gide y determinar las respuestas más adecuadas en cada circunstancia.

Por lo tanto, la clave de esta tecnología sigue siendo el ahorro de tiempo. Analizar esa cantidad de datos llevaría días aun equipo de militares, mientras que Gide lo hace en segundos. Así, el ejército puede ganar un tiempo muy valioso para preparar junto a sus aliados las posibles ofensivas, dependiendo de la situación que se presente.

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