Cuando todo parecía haberse inventado, llega a su fin un nuevo año cargado de novedades tecnológicas que tan solo hace 365 días nos parecían hitos propios de películas de ciencia ficción. Tecnologías que han salido del horno en 2019 y que han sabido despuntar en un mundo que a veces va demasiado rápido.

Este año nos ha dejado avances en prácticamente todos los campos científicos de nuestra era. Desde la próxima revolución de las pantallas plegables en dispositivos electrónicos a la aplicación de técnicas punteras al servicio de la medicina y naves espaciales capaces que llevarán a Estados Unidos a la reconquista espacial.

Innovaciones con las que iremos experimentando en nuestro día a día y que normalizaremos dentro de un tiempo no muy lejano. El 2019 nos ha dejado auténticas joyas y, aunque las predicciones tienden a fallar, el 2020 se presenta como otro gran año para la comunidad científica y tecnológica.

Jugar sin consola y en la nube

Uno de los grandes pelotazos de este año ha sido el descubrir las diferentes propuestas que las compañías tecnológicas tienen preparadas para seducir a jugadores de todo el mundo. Google con su servicio Stadia ha sido el primero en abrir camino y ha conseguido demostrar que es posible jugar sin consola en un camino que parecía olvidado por las barreras naturales de las redes domésticas.

Para el sistema planteado por Google tan solo necesitamos un Chromecast, un mando y una buena conexión a Internet (esto último es fundamental). El resto lo pone la magia de los californianos a golpe de algoritmos capaces de predecir los movimientos que el jugador hará y eliminando así parte del lag.

Pero no solo la compañía de la G está haciendo los deberes. Por otro lado tenemos a Microsoft con xCloud. Los de Redmond quieren que juguemos a sus títulos desde cualquier sistema operativo (incluido iOS) y mando (también el de PlayStation 4). La apertura de miras con la que se caracteriza la Microsoft del último lustro se verá aplicada, una vez más, en el terreno de los videojuegos corriendo en la nube.

Pantallas plegables al poder

Otro de los grandes hitos de la tecnología en los últimos meses han sido las pantallas plegables. Como ocurre con todas las tecnologías innovadoras, tiene que haber alguien que se aventure a ser el primero. En esta ocasión le tocó al Samsung Galaxy Fold, presentado entre vítores en el Mobile World Congress.

Su estreno vino acompañado de la apuesta de Huawei con el Mate X, pero los galones de pionero se los llevan los coreanos que vieron cómo las primeras unidades no pasaban los análisis de los medios estadounidenses. Se apresuraron entonces a retirar las escasas unidades de prueba distribuidas y fue unos meses después (con todos los problemas solventados) cuando salió finalmente a la venta al público.

Izan González

Con la lección bien aprendida han llegado otras marcas como Motorola con el smartphone Razr con pantalla plegable y su compañía hermana Lenovo, que presentó en sociedad el ThinkPad X. Este último se trata de un ordenador con Windows 10X que veremos en las estanterías el próximo año.

La tecnología al servicio de la medicina

Mientras la inteligencia artificial ya se usa en la medicina para descubrir nuevos fármacos de forma automática, la japonesa Toshiba desveló hace unas semanas una nueva máquina capaz de reconocer 13 tipos de cáncer con una gota de sangre.

El milagro ha sido llevado a cabo por la multinacional ya citada junto con el Instituto Nacional de Investigación del Cáncer y la Universidad Médica de Tokio. El funcionamiento se basa en el análisis de las moléculas de microARN y en la detección de células cancerosas.

Otro sector que ha evolucionado en este 2019 ha sido el de la impresión 3D. En este caso aplicado a la fabricación de órganos a la carta con dimensiones y propiedades biomecánicas iguales a los que traemos los humanos de serie. Por el momento, tan solo está en fase de experimentación pero ojalá lo veamos pronto.

Veronica Combs Tech Republic

Se abre una puerta interesantísima pues el tiempo de impresión en 3D de un corazón estándar es de tan solo 7 horas de promedio. Si esta técnica consigue salir adelante, terminaría de un plumazo con las listas de espera interminables para trasplantes que, en ocasiones, terminan de la peor forma.

El 5G en España

Basta con viajar a países de nuestro entorno como Reino Unido para darnos cuenta de la excelente infraestructura de telecomunicaciones que tenemos en España. Con una cobertura muy extendida del 4G, el siguiente paso viene de la mano del 5G junto con todas las potenciales aplicaciones que proporciona una conexión inalámbrica de relativa baja latencia y muchísimo ancho de banda.

Reuters

Se ha hablado mucho del coche autónomo, la extensión del IoT (Internet de las cosas) en nuestra vida cotidiana, ping muy bajo para potenciar jugar en movilidad… Pero lo cierto es que solo Vodafone lo ofrece actualmente en España.

La operadora británica dio el salto hace unos meses en algunas ciudades de la geografía española y promete una ampliación en 2020. El resto de las operadoras esperan agazapadas realizando sus pruebas en ciudades laboratorio y poco se sabe sobre sus planes en el corto plazo para nuestro país.

La 'guerra de las galaxias'

Y no nos referimos a la nueva entrega de la mítica saga. El 2019 ha significado un nuevo despertar de los anhelos humanos de conquistar el espacio a golpe de naves espaciales. El programa espacial estadounidense ha sido el que se ha visto más reforzado, al menos públicamente, con una inyección multimillonaria en forma de concesiones y proyectos.

Elon Musk, el afamado dueño de Tesla, tiene entre sus objetivos experimentar con nuevas naves espaciales más económicas a la vez que reutilizables. Space X es la iniciativa del multimillonario con la que ha conseguido un suculento contrato de 2.600 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos a través de la NASA.

Esta inyección de dinero le vino tras conseguir un vuelo de ida y vuelta a la Estación Espacial Internacional con su nave Crew Dragon. Pero la gigante Boeing se ha llevado otros 2.400 millones para hacer lo propio, aunque su último lanzamiento no ha llegado a buen puerto.

Por tanto, 2019 ha sido un excelente año para el programa espacial de Estados Unidos en busca de la independencia técnica para llegar a la EEI y que ha significado una innovación tecnológica espectacular. Por el momento, los norteamericanos dependen de las naves rusas Soyuz pero quizá veamos novedades pronto.

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