La tecnología ha avanzado lo suficiente como para comenzar a integrarla directamente en las prendas de vestir. Sería un salto lógico para aprovechar más los avances tecnológicos con los que ya contamos.

Aunque aún quede mucho para que las prendas tecnológicas se masifiquen, ya son varias las marcas que han intentado sacar sus propias prendas futuristas. El ejemplo más reciente es el de Levi's, que ha desarrollado una chaqueta inteligente con la que podremos controlar nuestro móvil mediante gestos.

Si os parece alucinante, agarraos, porque venimos a hablaros de una prenda de vestir bastante más extraña. Se trata de una especie de "vestido autónomo" que cambia de forma según el entorno que le rodea. ¡A continuación los detalles!

El vestido autónomo que cambia de forma

Ying Gao, una diseñadora conocida en todo el mundo por sus extravagantes ideas, es quien está detrás de esta peculiar prenda. Hablamos de unos vestidos que reaccionan al espectro cromático que está a su alrededor, es decir, cambian de forma al reconocer los diferentes colores de su entorno.

living pod at Musée des Beaux arts du Québec from ying gao on Vimeo.

Sí, suena muy extraño, pero, verlo es aún más impactante. Parece que los vestidos tuviesen vida propia. Seguro que a más de uno le daría un poco de mal rollo llevar puesto algo así.

Gao explica en su sitio web que, para desarrollar su proyecto, se inspiró en la novela de Oliver Sacks titulada El hombre que confundió a su esposa con un sombrero. En ésta se relata la historia de Jimmie, un ex-marinero de 49 años que tras verse reflejado en un espejo se creyó que volvía a tener 19 años.

De esta manera, Jimmie perdió toda continuidad temporal y comenzó a vivir a caballo entre dos realidades. Gao afirma que sus prendas pretenden imitar esa situación al evolucionar y sufrir metamorfosis según los colores que detecten.

La clave son los sensores

Como es lógico, no es capaz de esas metamorfosis por arte de magia, sino gracias a la tecnología. Para ello las prendas integran sensores de color y luz, además de pequeñas cámaras que recopilan información sobre el entorno.

Malina Corpadean

Al obtener determinados datos, unos sensores de reacción en la silicona se activan para que el material de la prenda se ponga en movimiento, logrando así el efecto que habéis podido observar en los vídeos.

Parecen unos vestidos bastante llamativos, aunque dudamos verlos algún día en la calle. ¿Y tú qué opinas? ¿Te pondrías uno o demasiada modernidad para ti?

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