Analizamos la HP Sprocket, una impresora portátil que ya lleva un tiempo en el mercado. Tiene muchos argumentos a su favor para ser una de las opciones pioneras en este mercado de nicho y algunos de estos residen en su diseño, funcionalidad y llevabilidad. Pero ¿serán suficientes?

Una impresora bonita, compacta y elegante

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Uno de los grandes problemas que tienen este tipo de gadgets como versiones miniaturizadas de otros electrodomésticos es que llaman la atención muchas veces para mal. Hay muchos ejemplos, como los palos para selfies, las lentes de aumento para las cámaras de nuestro móvil, etcétera. La Sprocket de HP, afortunadamente, se quita todo eso de encima para mostrarnos un producto que da gusto llevar.

El diseño de esta impresora es ingenioso a la par de bonito. Esta edición posee un tamaño muy reducido, tan sólo de 11,7 x 8 x 2,5 centímetros. Esta “New Edition” es una revisión de la 2-1 que aún podemos encontrar en el mercado y a diferencia del modelo anterior, este sí que está bien pensado. Porque nos quitamos el logo de HP, los motivos en dorado y demás para darnos una mini impresora preciosa.

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Nuestra unidad posee un tacto suave, que no se nota a plástico y que denota una buena construcción. Lejos de ser un aparato parece una piedra con un buen diseño, ya que tiene motivos grises, blancos y oscuros para formar una especie de cobertura que pega con todo. No desentona a la hora de sacarla, se puede llevar fácilmente con una correa que posee y además al ser más compacta que sus otras versiones (sólo pesa 172 gramos) es más fácil de llevar en una mochila, un bolso, etcétera. Un gran acierto en el apartado físico.

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El dispositivo cuenta de 2 partes: una tapa que recubre la zona donde van las láminas de impresión (a las que ahora llegaremos) y el dispositivo en sí. Si levantamos la tapa veremos 2 botones que nos sirven para restablecer la impresora y reiniciarla. En un lateral tenemos un led RGB para dar indicaciones, la ranura por la que sale la impresión y en el otro tenemos el micro USB de carga, otro LED de encendido y apagado y un botón de power.

Como decimos, HP se ha quitado todas las pretensiones en este producto y lo agradecemos. Se han centrado en que simplemente sea una impresora bonita que podamos sacar, por ejemplo, en una cafetería y no parezcamos unos bichos raros. Lástima que no podamos elegir más acabados de otros colores, pero no hay queja en absoluto.

Imprime fotos a una calidad que se le puede perdonar

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¿Cómo funciona la HP Sprocket? Esta impresora usa unas láminas de 2 x 3 pulgadas, es decir, 5 x 7.6 centímetros. Concretamente viene un pack de 10 que es lo máximo con lo que podemos cargar la impresora. Las láminas se venden por separado y para el precio del dispositivo nos hubiera gustado que HP fuera algo más generosa y que con la compra de la impresora viniera, al menos, otro paquete. Cada uno de estos cuesta 11 euros 20 láminas o 27 euros 50 láminas.

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Para cargar la impresora debemos usar una tarjeta que viene en la caja, una lámina azul que se pone boca abajo junto con las láminas (debe ir la primera) para que la impresora reconozca que está cargada. Una vez hecho no hay que hacer mucho más: nos vamos a la app de Sprocket que podemos descargar para nuestro móvil y seleccionamos las imágenes. Se conecta por Bluetooth 4.2 y Wi-Fi, aunque este último únicamente sirve para la copia en la nube de las imágenes. La impresora únicamente necesita conectarse a tu móvil por Bluetooth para funcionar.

HP Sprocket en Apple Store

La aplicación que hará una copia en la nube de todas nuestras fotos (si no queréis que pase debéis iros a sus ajustes) puede grabar vídeo usando un micro que tiene la Sprocket (algo bastante extraño), podemos usar stickers y aplicar efectos y editar la imagen antes de imprimirla. Si tan sólo queréis imprimirla y ya, basta con abrir la app, seleccionar la foto y darle a imprimir.

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Tenemos que tener cuidado con el formato de la imagen, ya que si por ejemplo está en 4:3 o no está en 16:9 puede salir cortada y así perdemos una lámina. Y no es que sean precisamente baratas, por lo que hay que tener cuidado. En cuanto a la calidad de las fotos, ya os auguramos que es suficiente, pero no esplendorosa.

Las fotos salen con un pequeño tinte entre rosado y violeta que cambia el color natural de las fotos. si la foto es muy detallada los colores se volverán algo pastel y perderemos detalles. Esta HP Sprocket no está pensada para imprimir fotografías espléndidas, sino para sacar fotografías como las de antaño de nuestros mejores momentos.

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Por eso debéis ser conscientes a la hora de comprar esta impresora de que si queréis una alta calidad no es una buena opción, ya que las fotografías saldrán diferentes a lo que esperábais. Si por el contrario buscáis una impresora con la que realzar vuestros recuerdos para tenerlos en un álbum sencillo y lo usáis para fotos no demasiado complejas, entonces la calidad es más que suficiente.

Hay que tener otro detalle en cuenta: las láimas, al poco de salir de la impresora, empiezan a combarse y se quedan en una forma semi-circular. Es conveniente que si queréis conservarlas planas, debáis “aplastarlas” durante unos días en vuestra cartera o poniendo algo encima. Lo decimos porque el resultado es un pelín incómodo.

En cuanto a la batería, no hemos podido hacer pruebas exhaustivas debido a que, como decimos, sólo trae 10 láminas en un inicio. Pero en algunas pruebas básicas hemos podido determinar que en stand by dura aproximadamente 1 día y medio, por lo que la batería prácticamente no se agotará si le dáis un uso más casual.

Un producto divertido pero muy de nicho

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Esta HP Sprocket se puede comprar en tiendas habilitadas físicas como MediaMarkt, El Corte Inglés, etcétera o desde internet por tiendas como Amazon. Su precio ronda los 149 euros que, de querer conseguir más láminas de inicio, aumenta. Un precio que si bien no vemos descabellado, no es especialmente barato para la finalidad de esta HP Sprocket.

No nos malentendáis, esta Sprocket nos ha encantado. Imprime bien las fotos, su diseño enamora a primera vista y para los viajes y amantes de la fotografía tradicional es excelente. Pero no deja de ser un producto que no pasa de ser un pasatiemp y que no es estrictamente necesario, máxime si no compráis láminas de inicio que nos parece el mayor problema que tiene esta impresora.

Por el contrario si buscas poder sacar fotografías con buena calidad y con un buen respaldo gracias al soporte, al software de su app y su hardware, sin duda la HP Sprocket es de las mejores opciones que podemos encontrar en el mercado. Por lo que si la sientes como tuya, adelante, no te arrepentirás de su compra. El único consejo, como decimos, es que compres láminas nada más realizar la compra, o te quedarás tirado enseguida con las de inicio.

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