Una estudiante de arte ha creado una prótesis que añade un tercer pulgar a nuestra mano. Pero, ¿por qué y para qué?

Normalmente, cuando pensamos en prótesis nos imaginamos aparatos para sustituir partes del cuerpo que hemos perdido; como una pierna, un brazo, o porqué no, un dedo.

Sin embargo, como apunta Danielle Clode, graduada del Royal College of Art, el origen de la palabra “prótesis” es “añadir”, no “reemplazar”. Por lo tanto, cree que deberíamos empezar a pensar en prótesis que extiendan nuestras capacidades.

Un tercer pulgar que nos puede resultar muy útil

Lo ha demostrado con lo que llama el “tercer pulgar”; es una simple prótesis que añadimos a nuestra mano justo después del dedo meñique. Ha sido impreso en 3D con un tipo de filamento muy flexible llamado NinjaFlex; y cuenta con un diseño tal que puede moverse como si tuviese las mismas articulaciones de un dedo normal.

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El dedo se mueve gracias a un motor que por el momento se lleva en la muñeca. Para usarlo no hace falta ninguna operación ni nada de eso; sólo se conecta por Bluetooth a un sensor de presión oculto dentro del zapato.

Por lo tanto, no tenemos que pensar que tenemos seis dedos en la mano, algo a lo que sería difícil adaptarse; sólo mover el pie cuando queramos mover el sexto dedo. Después de un tiempo de uso, seguro que sería fácil usarlo en nuestro día a día.

Eso si, el único movimiento que hará el dedo es cerrarse como para coger un objeto; pero con un poco de maña podemos usarlo para todo tipo de tareas, incluso tocar la guitarra.

Mejorando nuestro cuerpo con prótesis

Vale, puede que tener un sexto dedo no sera algo increíblemente útil; de hecho, la mayoría de las veces ni siquiera necesitamos los cinco dedos de la mano. Puedo contar con una mano (de cinco dedos) la cantidad de ocasiones en las que eché en falta un sexto dedo; y la mayoría de las veces es por algo como llevar una bolsa más.

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Al mismo tiempo, este es sólo un adelanto de lo que está por llegar; las prótesis que suman capacidades a nuestro cuerpo son cada vez más populares. Los llamados “biohackers” se modifican su cuerpo con tecnología, para alcanzar un nivel superior que sólo podríamos alcanzar después de millones de años de evolución.

Este es solo el principio de este tipo de prótesis “innecesarias”. Por el momento este tercer pulgar es sólo un prototipo, y no hay planes comerciales aún, pero quién sabe, puede que dentro de pocos años se convierta en una moda.

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