Investigadores del Hospital de Philadelphia han desarrollado un útero artificial, capaz de dar soporte a una cría durante cuatro semanas.

El nacimiento prematuro es la causa de muerte más común entre los bebés; y este es un riesgo que aumenta desproporcionadamente cuanto antes salgan del útero. Los bebés que nazcan después de 22 a 24 semanas (en vez de las 40 semanas habituales) tienen una probabilidad de sobrevivir de sólo el 10%.

Como este periodo de tiempo es vital para la formación del bebé, incluso si sobrevive es posible que lo haga con serios problemas de salud; al final, no hay nada que pueda sustituir al útero de una madre, ¿verdad?

Eso no significa que no haya intentos por conseguir un sustituto temporal. Esto es algo que el cirujano Alan Flake quiere recalcar del estudio en el que ha participado: crear un útero que sustituya completamente a uno real es ciencia ficción.

Un útero artificial que simula uno real

El logro de que unas crías de cordero hayan sobrevivido durante cuatro semanas en un útero artificial es impresionante en contexto; es algo que se ha intentado muchas veces, pero no se ha conseguido con el nivel de éxito de este proyecto.

El sistema simula, de la manera más fiel posible, un útero natural; eso incluye meter a la cría en una bolsa de plástico sellada (llamada Biobag), que la protege frente a infecciones y agentes externos. La bolsa está llena de una mezcla de agua y sales para imitar el interior del útero.

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Para cubrir la función de la placenta, se usaron varios tubos conectados al cordón umbilical; en vez de introducir tubos directamente en el cuerpo y forzar la entrada de nutrientes, el equipo optó por un medio más natural. De hecho, son los propios latidos del corazón del animal los que mueven el oxígeno proveniente del dispositivo.

Al aprovechar el cordón umbilical, se evita que el animal use los pulmones antes de tiempo; algo que se ha demostrado que puede dañarlos.

Animales nacidos de bolsas

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El experimento empezó con crías de cordero que fueron extraídas del útero materno con una edad de entre 15 y 17 semanas (los corderos nacen después de 21 semanas); fueron colocadas con cuidado en las bolsas y conectadas al aparato, y así estuvieron cuatro semanas.

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La experiencia no parece haber sido dañina para los animales; los ejemplares sacrificados no mostraron anormalidades. Hubo algunos ejemplares que “nacieron” de estas bolsas, y han podido vivir una vida normal, siendo el mayor de ellos de un año.

El desafío de probarlo en humanos

Por supuesto, el siguiente objetivo será desarrollar un sistema similar para bebés humanos; pero eso tardará mucho aún, y no porque no se pueda.

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Sus creadores quieren asegurarse de que tienen en cuenta todos los detalles antes de hacer la primera prueba con seres humanos. Por ejemplo, el modelo final no consistirá en una bolsa transparente; sino que será una especie de incubadora, en cuyo interior se estará completamente a oscuras.

El objetivo es que los primeros bebés que usen este útero artificial tengan al menos 24 semanas, un periodo crítico; después de sólo cuatro semanas, las probabilidades de supervivencia son mucho mayores. Se espera que las primeras pruebas puedan realizarse en tres años como muy pronto.