Todos nos hemos echado alguna vez unas risas con el anuncio en el que un señor muy marchoso ordeña a una jirafa de la que sale un cubo lleno de Skittles.

Ridículo, ¿verdad? Pues ojo, porque la leche ordeñada de vacas americanas podría estar más relacionada con estos coloridos caramelos de lo que pensamos.

Al menos eso es lo que se deduce de un incidente que ha tenido lugar recientemente en una carretera de Wisconsin, en la que una camioneta derramó todo un vertido de pequeñas cápsulas rojas que resultaron ser caramelos, supuestamente dirigidos a alimentar a las vacas de una granja cercana. ¿Puede ser esto más surrealista?

El curioso incidente que sacó a la luz la relación entre Skittles y vacas

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Todo ocurrió la semana pasada, cuando una camioneta que circulaba por una carretera de Wisconsin liberó accidentalmente todo su contenido sobre el asfalto.

La carga resultó estar compuesto por un sinfín de pequeñas cápsulas rojas; que, como es lógico, fueron rápidamente aplastadas por el tráfico que vino a continuación, haciendo muy difícil su identificación.

Sin embargo, muchos de los que presenciaron las escena resultante comentaron que el olor se asemejaba al de los caramelos Skittles, dando lugar a investigaciones posteriores que confirmaban que, efectivamente, se trataba de un cargamento de estos caramelos y que iba dirigido a una granja cercana a la zona del incidente.

¿Qué función tiene un cargamento de Skittles en una granja?

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Después de consultar a la firma Mars, encargada de la fabricación de estos caramelos, se supo que en algunas ocasiones los productos defectuosos son entregados a los ganaderos, que los utilizan como suplemento en la alimentación de sus animales.

Sin embargo, según Associated Press, este cargamento en concreto estaba destinado a ser destruido y fue recogido de una fábrica que no estaba autorizada para llevar a cabo este tipo de entregas. ¿A qué se debe entonces tanto misterio?

Pues, según afirma la CNN, parece ser que el uso de dulces de este tipo es una práctica corriente desde hace años entre algunos granjeros, que de forma clandestina alimentan con ellos a su ganado con el fin de aportar una fuente secreta y muy barata de carbohidratos.

Como es lógico, esto ha despertado una gran algarabía entre los consumidores americanos; que, a falta de la confirmación de esta supuesta conspiración, se preguntan hasta qué punto es bueno para su salud consumir la carne o la leche de vacas hartas de comer caramelos. Sea como sea, el anuncio de la jirafa que come arco iris se hace a un lado dejando paso a la nueva locura relacionada con los Skittles. Y lo peor es que ésta parece ser de verdad. ¡Vamos, bonita, dame más Skittles!