Desde que en julio de 1945 tuviera lugar la primera prueba de detonación nuclear, han sido muchas las que han venido después, sembrando a su paso el terror de la población.

Y es que, las armas nucleares, junto a las biológicas, son claros ejemplos de cómo puede llegar a corromperse la ciencia, pasando de servir para el bien de la humanidad a intervenir en su destrucción.

El caso es que no somos conscientes de todas las detonaciones nucleares que han tenido lugar a lo largo de la historia, pues Hiroshima nos viene muy rápido a la mente, pero en realidad hay muchas más, afortunadamente sólo a modo de prueba. Por eso, hoy nos hacemos eco de un artículo de Business Insider y os damos una lista de cinco de las explosiones de este tipo más grandes de todos los tiempos.

El megatón, la unidad que mide la fuerza de las explosiones nucleares

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Antes de empezar, vamos a dejar claro qué es un megatón, ya que lo leeremos en numerosas ocasiones de aquí en adelante.

El megatón es una unidad de medida equivalente a un millón de toneladas en general, aunque en términos de potencia de una explosión hace referencia a un millón de toneladas de trinitrotolueno (TNT); que, como sabéis, es un compuesto que forma parte de algunos de los explosivos más potentes.

Las 5 explosiones nucleares más grandes de la historia

1. La bomba del zar

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En octubre de 1.961, la URSS hizo detonar la que se podría haber convertido en el arma nuclear más potente de toda la historia, con una fuerza 3.000 veces mayor que la de la bomba de Hiroshima.

Afortunadamente sólo se hizo a modo de prueba; pero, aún así, su explosión reventó cristales de ventanas situadas a 560 millas de distancia y provocó un destello que pudo verse a más de 600 millas.

Y no es para menos, ya que fue una detonación de entre 50 y 58 megatones, casi el doble de la que se considera la segunda explosión más potente de la historia.

De hecho, se calcula que una bomba de estas características podría haber provocado quemaduras de tercer grado a todos los seres humanos situados a 4.000 millas cuadradas en torno al centro de la explosión. Verdaderamente aterrador.

2. Test soviético #219

Sólo un año después, el día de Nochebuena de 1962, la Unión Soviética lanzó de nuevo otra de sus pruebas nucleares controladas, esta vez con un rendimiento de 24 megatones.

Se calcula que una bomba similar había quemado todo en tres millas cuadradas a la redonda, y habría provocado quemaduras a los habitantes situados en las 2.250 millas cuadradas circundantes.

3. Castle Bravo

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Dejando a un lado el resto de test soviéticos, entre los que se encuentran otras muchas grandes explosiones, nos encontramos con el caso de Castle Bravo, una prueba nuclear americana que tuvo lugar en 1954, de una forma un tanto accidentada.

Y es que, si bien se calculaba que la detonación tendría una potencia de unos 6 megatones, finalmente tuvo lugar una explosión de 15 megatones, que generó un hongo de más de 4.000 metros de altura.

Lógicamente, los errores de cálculo tuvieron sus consecuencias y, como resultado, más de 600 habitantes de una isla cercana fueron irradiados y un pescador japonés que se encontraba a 80 millas de distancia murió envenenado por la radiación.

4. Castle Yankee

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Pero los americanos no se acobardaron que el terribles resultado de Castle Bravo, por lo que decidieron emprender una nueva prueba nuclear sólo tres meses después.

En este caso se alcanzaron 13’5 megatones y una lluvia de desechos de la explosión cayeron cuatro días después sobre Ciudad de México, situada a más de 7.000 millas de distancia.

5. Prueba soviética #123

Y volviendo de nuevo a las pruebas soviéticas, nos encontramos con ésta, que en 1961 se generó con una potencia de 12,5 megatones.

Como siempre, el resultado podría haber quemado grandes extensiones de tierra y herido a un gran número de seres humanos; aunque afortunadamente fue sólo una prueba más. Aunque eso no hace que sea menos espeluznante saber hasta dónde se puede llegar.

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