Existen algunos especímenes de animales que, hasta el día de hoy, solo podían verse en algunos museos y con mucha suerte, pues verlos in vivo ha sido algo utópico hasta la fecha.

Es el caso del dragón de mar rubí, un tipo de dragón de mar solo conocido por los ejemplares existentes en un museo de Australia, y que hasta ahora había sido imposible de ver en estado salvaje. Y recalcamos, hasta ahora, pues en las profundas aguas del archipiélago de Recherche off Esperance en Australia Occidental ya ha sido posible.

Según cuentan los investigadores de la Universidad de Australia Occidental, el Museo de Australia Occidental y el Instituto Scripps de Oceanografía, han sido captados en vídeo dos especímenes de dragón de mar rubí en estado salvaje a 50 metros de profundidad durante casi 30 minutos, ¡impresionante!

El dragón de mar rubí, un animal muy escurridizo

Según podemos observar, el dragón de mar rubí carece de apéndices semejantes a hojas de adorno, una característica que los investigadores habían considerado como distintiva entre estos bichitos y los dragones de mar comunes, los cuales usan sus apéndices en forma de hoja verde como camuflaje en praderas de algas marinas donde suelen vivir.

Por si alguno se lo ha preguntado, un dragón de mar no es un caballito de mar, pero sí tienen cierta relación evolutiva.

El año pasado, los biólogos marinos Josefin Stiller, Greg Rouse y Nerida Wilson de la Universidad de Australia Occidental intentaron describir el dragón de mar rubí a partir de especímenes conservados hace casi 100 años y anteriormente identificados como dragones de mar comunes. La diferencia, como hemos comentado, es que el dragón de mar rubí ha perdido sus apéndices (probablemente a raíz de la evolución), junto a ese color rojo tan llamativo que probablemente usa como camuflaje en aguas profundas donde hay poca luz y su cola rizada.

Evidentemente serán necesarios más estudios respecto al dragón de mar rubí, pues no tenemos totalmente claro cómo se produjo la evolución del dragón de mar rubí respecto a sus antepasados. Las aguas de Australia Occidental aún guardan muchos secretos, como las profundidades de la Antártida.

Noticias relacionadas