Que Plutón haya dejado de formar parte de la famosa lista de planetas del Sistema Solar no quiere decir que se haya convertido en un astro segundón, que no merezca ser estudiado.

De hecho, recientemente ha ganado un gran valor para la NASA, gracias al descubrimiento de lo que parece ser un océano subterráneo, cuya composición es una bomba de relojería que mataría a cualquier ser vivo conocido en la Tierra.

Pero eso no quiere decir que no pueda albergar vida distinta a la que nosotros conocemos, por lo que la ciencia tiene mucho que investigar en ese océano; desde las causas que lo originaron hasta la posibilidad de que albergue formas desconocidas de vida. 

El descubrimiento del misterioso océano de Plutón

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El pasado mes de noviembre, se publicó en Nature un artículo en el que la NASA analizaban los resultados obtenidos en 2015 a través de la nave New Horizons.

La señal de alerta estalló con la observación de Sputnik Planitia, una superficie helada con forma de corazón de 84.000 kilómetros cuadrados que albergaba en su interior un conjunto de sospechosa grietas y fisuras de contenido desconocido.

Pero eso no era lo más sospechoso; pues, además, también comprobaron que esta extensión interaccionaba con Caronte, luna de Plutón, de una forma poco convencional para la materia que se mantenía de forma visible.

¿Y qué podía ser lo que estaba provocando ese curioso comportamiento? Exactamente, grandes cantidades de agua bajo el hielo.

La composición por la que jamás nos bañaríamos en el océano de Plutón

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La primera pregunta que surge ante la posibilidad de un océano inmenso bajo Plutón es el estado en que se encuentra el agua, pues la temperatura de este planeta enano, ubicado a una distancia enorme del Sol, es tan baja que su superficie está completamente helada.

Pues bien, los últimos estudios llevados a cabo por la NASA en torno a este océano establecen que su composición podría ser rica en alcoholes como el metanol y el etanol, e hidrocarburos como el metano y el etano, pero sobre todo en una sustancia, comúnmente usada como anticongelante en la industria: el amoniaco.

Esto hace que el océano de Plutón pueda mantenerse líquido bajo la superficie helada, pero también hace casi imposible la existencia de vida en él. Eso sí, ojo a ese “casi”, pues los investigadores responsables de estos estudios afirman que, del mismo modo que los niveles de amoniaco existentes impedirían el crecimiento de formas de vida como las que conocemos en la Tierra, podría albergar seres extremófilos desconocidos, especialmente teniendo en cuenta que también contiene otros compuestos esenciales, como los hidrocarburos.

¿Cómo pudo originarse el océano de Plutón?

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Por último, otra de las preguntas que surgen de la observación del océano de Plutón, es el fenómeno que pudo originarlo.

Aunque existen varias teorías al respecto, la más apoyada es la de una lluvia de cometas, que se introdujeron a más de seis kilómetros de profundidad en algún momento hace cuatro mil millones de años.

Todo esto ha podido descubrirse gracias a New Horizons, y aún así a la nave aún le queda mucho para jubilarse, pues ya se encuentra camino del cinturón de Kuiper, dónde, ¿quién sabe?, quizás descubra también un interesante misterio entre los asteroides.