La vacuna del sarampión ha hecho que en gran parte del mundo esta enfermedad pase de ser un mal terrible a un desagradable recuerdo.

De hecho, según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud, entre los años 2.000 y 2.105 se evitaron 20’3 millones de muertes potenciales gracias a la administración de tan beneficioso medicamento, llegando incluso a declarar la enfermedad como erradicada en toda la región de las Américas.

Sin embargo, eso no quiere decir que el sarampión haya pasado a la historia; pues, por un lado, el acceso de la población de las regiones más pobres a este tipo de recursos está muy limitado y, por otro, el temor a efectos secundarios, como el autismo, está llevando a que en los países desarrollados haya quién se niegue a vacunar a sus hijos, incluso después de que cientos de científicos afirmen que esos miedos son totalmente erróneos.

La vacuna del sarampión, la salvación de millones de vidas

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Los que hemos nacido en una época en la que la vacuna del sarampión estaba totalmente implantada en nuestro país no somos totalmente conscientes de lo grave que puede llegar a ser esta enfermedad, pero si le preguntamos a cualquiera de nuestros parientes de más edad, seguro que conocen algún caso particular de sus terribles y mortales consecuencias.

Por eso, el desarrollo de este eficiente método de inmunización ha sido una gran noticia en el que la Organización Mundial de la Salud ha depositado grandes esfuerzos, con el fin de hacerlo accesible al mayor número posibles de personas.

el desarrollo de este eficiente método de inmunización ha sido una gran noticia en el que la Organización Mundial de la Salud ha depositado grandes esfuerzos

Para comprobar su avance en los últimos años, en el estudio al que hoy nos referimos han hecho una comparación entre el número de fallecidos antes de que en 2.000 se impulsaran las campañas de vacunación de sarampión y los que han perdido la vida por el mismo motivo desde entonces, comprobando que se han salvado hasta 20’3 millones de vidas.

Sin duda es una cifra estupenda, pero insuficiente, pues este mismo informe aclara que cada día mueren aún 400 niños por esta enfermedad en todo el mundo y, como comprenderéis, esa sí que no es una cifra agradable.

Los nuevos retos de la vacuna del sarampión

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Según la OMS, en 2010 se fijaron para 2015 unos objetivos que no se han cubierto completamente.

Estos consistían en que el número de niños de un año a los que se hubiese administrado la primera dosis de la vacuna hubiese ascendido a un 90% en cada país y un 80% en cada región, que las incidencias anuales de la enfermedad disminuyeran a cinco casos por millón de personas y que la mortalidad global bajara a un 95% en comparación a las cifras del año 2.000.

Para que esto se termine de cubrir la propia OMS se compromete a invertir más en que la vacuna llegue a los países menos desarrollados, pero también es necesario que las zonas en las que la enfermedad ya está erradicada no vuelvan a generar nuevos brotes por los escépticos a las vacunas; que, como el recién estrenado presidente de los Estados Unidos, consideran que puede causar efectos secundarios que, como han demostrado muchísimos estudios científicos, no existen en realidad.

El objetivo es impulsar esta valiosa arma de salvación y no ponerle trabas, pues la ciencia puede hacer mucho por nosotros; pero si no ponemos de nuestra parte estamos perdidos.