A pesar de lo poco que se ha podido hacer de momento con ella, la teleportación cuántica podría ser una herramienta clave en el futuro de las telecomunicaciones.

Englobado en el ámbito de la mecánica cuántica, este fenómeno se basa en la capacidad de algunos objetos, como los fotones o los electrones, para entrelazarse, de modo que lo que le ocurra a uno se transmita al otro, pudiendo utilizarse para transmitir información a distancias más o menos grandes.

Sin embargo, y aunque quede claro que en caso de mejorar su comprensión podría tener grandes aplicaciones, aún es un reto muy grande para los investigadores conseguir recorrer distancias amplias gracias a ella. Aunque hay que reconocer que el nuevo paso que acaban de dar dos equipos de investigadores, independientes el uno del otro, aporta una nueva luz en este tema.

¿Qué es la teleportación cuántica?

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Como os decía, la teleportación cuántica es una tecnología de la mecánica cuántica basada en la transferencia de la información contenida en una partícula elemental, como los fotones, a otra que se encuentre unida a ella a través de un entrelazamiento.

No sirve para transportar energía ni materia y tampoco permite la transmisión de información a velocidades mayores a la de la luz, pero sí que va demostrando poco a poco su utilidad en comunicación cuántica y tecnologías de cifrado.

Aún falta mucho por mejorar, pues de momento no se ha conseguido alcanzar grandes distancias con ella, aunque el caso que os vamos a contar hoy ha supuesto un nuevo gran paso al respecto.

Dos estudios para dar un gran paso en la teleportación cuántica

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Dos estudios independientes de la revista Nature Photonics, publicados por investigadores chinos y canadienses, ha puesto de manifiesto la posibilidad del uso de la teleportación cuántica para transmitir información a gran distancia por medio de la fibra óptica.

La base de ambos experimentos consistía en introducir en un fotón una información determinada, que viajaba a un lugar concreto en el que se entrelazaba con otro fotón, de modo que el mensaje se destruía de la partícula inicial, pero se transmitía a la siguiente, dónde se descifraba con ayuda de una clave, que enviaba el resultado a través de Internet.

Ambos grupos obtuvieron grandes resultados, cada cuál con sus puntos fuertes, pues los canadienses fueron más rápidos, mientras que los chinos obtuvieron mensajes más precisos. Además, los primeros alcanzaron con uno de sus fotones una distancia de cuatro millas, siendo superados por los segundos, que llegaron a las nueve.

Y sí, si estáis al tanto del tema puede que sepáis que no es la distancia más grande jamás alcanzada, pues en 2012 se llegó a las 90 millas, pero en ese caso se utilizó como vía la tecnología de rayos láser, que resulta muy efectiva, pero a la vez vulnerable a las condiciones ambientales, por lo que los investigadores consideran necesario centrar su atención en la fibra óptica.

Aún faltan puntos por corregir y sobre todo queda claro que todos estos científicos deben trabajar juntos, pero parece ser que se encuentran en el buen camino, por lo que en el futuro la unión de sus fuerzas podría suponer una gran noticia para la comunicación segura de información.