Como hemos visto en muchísimas ocasiones, la ciencia es totalmente aplicable a la gran mayoría de hábitos cotidianos de nuestra vida.

Desde la biología hasta la física, pasando por la química y las matemáticas, todas las ramas de la ciencia pueden hacernos nuestro día a día un poquito más fácil si sabemos aplicarlas correctamente, como veremos en este artículo.

Y precisamente son las matemáticas las que nos van ayudar a resolver uno de nuestros quebraderos de cabeza más comunes: ¿qué cola para pagar debo elegir en el supermercado? ¿La que tiene veinte personas con tres o cuatro artículos o la de la señora que ha comprado comida como para surtir a toda su familia durante un apocalipsis zombie? La respuesta es complicada, pero para eso están las mates, para ayudarnos a encontrarla.

¿Cuál es la mejor cola para pagar en el supermercado?

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Según declaraciones a New York Times del matemático Dan Meyer, basta con un poco de observación, unida a unos cuantos cálculos, para saber cuál es la mejor cola para pagar en el supermercado.

Según él, si tenemos que elegir entre varias personas con pocos artículos o una sola con muchos, debemos optar por esta última, pues no debemos fijarnos sólo en la compra total, sino también en hechos tan simples como el tiempo que cada comprador invertirá en llegar, tomar sus bolsas, saludar, despedirse y marcharse.

Pero veamos la explicación con números, para que sea más comprensible. De media, cada artículo tarda unos tres segundos en ser pasado por la caja, mientras que cada comprador empleará unos 41 segundos en llevar a cabo toda las acciones que os acabo de mencionar, por lo que alguien que lleve unos cien productos en su carrito, tardará aproximadamente seis minutos en hacer su compra.

Sin embargo, si nos fijamos en una cola de cuatro personas con veinte artículos cada una (sí, en total son menos productos) tardará siete minutos. ¡Un minuto más de nuestra vida desperdiciado en la cola del supermercado!

Otras formas de elegir la mejor cola para pagar

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Dejando los números a un lado, también nos podemos servir de la lógica para elegir la mejor cola para pagar.

Por ejemplo, podemos optar por acudir a las cajas que se encuentren más a la izquierda, pues la mayoría de la población es diestra, de modo que, incoscientemente, se dirigirá a las colas situadas hacia la derecha. Éste no es el mejor método, sin duda, pues se trata de algo que puede a verse a simple vista, pero hay que reconocer que es un dato muy curioso.

Sí que puede sernos de gran utilidad comportarnos como verdaderos detectives analizando a los compradores y el contenido de sus carritos. Por ejemplo, si en la cola hay una mayoría de personas de edad avanzada, quizás deberíamos optar por otra caja, aunque parezca que hay más gente; pues, como es lógico, los ancianos tardan un poquito más en procesos como contar el dinero para pagar o introducir los artículos en sus bolsas. En cuanto al contenido del carro, también es interesante, pues nos conviene optar por carros con artículos repetidos, debido a que el cajero solo tendrá que pasar uno y multiplicar el precio por el número de ítems, haciendo el proceso bastante más corto.

Por último, si soléis ir a menudo al mismo supermercado, también podéis optar por la clásica táctica de memorizar cuáles son los dependientes más rápidos. Es una técnica muy habitual entre nuestras madres y me tendréis que reconocer que para estas cosas, digan los científicos lo que digan, no hay nadie como ellas.  ¡Animaos a imitarlas!