Las películas de la saga Bourne, protagonizada por Jason Bourne, son un claro ejemplo del uso de la amnesia en los argumentos cinematográficos.

Normalmente, para la realización de este tipo de cintas, se recurre a la colaboración de especialistas, que aconsejarán a los guionistas para conseguir que el tema sea tratado de una forma lo más realista posible.

Aún así, algunas veces se les escapan algunas incoherencias que no hacen la películas más aburrida, ni mucho menos, pero sí que llaman la atención de los profesionales del área, como Jennifer Talarico, una profesora de psicología del Lafayette College que ha contado en un artículo de The Conversation cuáles son sus impresiones sobre el trato que se le da al tema de la amnesia en esta conocida saga.

La amnesia de Jason Bourne

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Como sabréis si habéis visto las películas, desde el inicio de la saga Jason Bourne muestra una amnesia que le impide recordar su pasado, pero no le crea problemas a la hora de llevar a cabo actividades como conducir o luchar, cuyo aprendizaje tuvo lugar en la misma época de la que no tiene ningún recuerdo.

Esto puede parecer algo ilógico, pero lo cierto es que sí que se asemeja mucho a los casos reales de personas que han quedado amnésicas después de una lesión cerebral.

Memoria declarativa y procedimental, la clave de la amnesia de Jason Bourne

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Para comprender por qué recuerda ciertas habilidades es necesario hacer una distinción entre la memoria declarativa y la procedimental, pues son totalmente diferentes y, como tales, no se gestionan del mismo modo en nuestro cerebro, ¿pero en qué consiste cada una?

La memoria declarativa es aquella que, como su propio nombre indica, hace referencia a eventos que se pueden contar hablando. Por ejemplo, se encuentran dentro de este tipo la capital de Inglaterra, el segundo apellido de un amigo, la fecha de cumpleaños de nuestra pareja o la hora a la que debe tomarse un medicamento concreto.

Por el contrario, la procedimental se asocia a habilidades motoras, como conducir, montar en bici o bailar. Todo esto es tratado por partes distintas del cerebro, por lo que una persona que pierda la primera, como Jason Bourne, no tiene por qué perder la segunda.

Amnesia anterógrada y retrógrada, otra distinción muy importante

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Estos dos tipos de amnesia se han dado en un gran número de casos en la vida real, pero el primero, que hace referencia a la imposibilidad de crear nuevos recuerdos a partir del momento de la lesión, es bastante poco frecuente en casos de ficción, como el de Jason Bourne.

Es por este motivo que, por lo general, solo conocemos la amnesia retrógrada, que impide a quién la padece recordar sucesos de su pasado.

Esto no tiene por qué ser algo radical, pues sí que se pueden tener leves recuerdos del pasado, pero precisamente es aquí dónde nos encontramos con la mayor incoherencia del personaje de Jason Bourne, ya que lo normal es recordar con más facilidad los sucesos lejanos, teniendo mucho más difícil traer a la mente recuerdos recientes.

Una vez pasado el trauma inicial, Jason Bourne es capaz de recordar la misión que realizaba justo antes del disparo que causó su amnesia, por lo que no es demasiado fiel a lo que le suele pasar a los pacientes amnésicos en la realidad.

¿Evitar el trauma o correr hacia él?

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Por último, está el caso de los problemas psicológicos asociados a la amnesia.

En ocasiones no es necesaria una lesión para que se produzca este deterioro de la memoria, sino que basta con el padecimiento de un trauma muy grande, como un accidente o una violación.

Esto hace que estos pacientes eviten la búsqueda de los recuerdos que originaron el trauma, pues pueden causarles crisis de ansiedad muy graves.

Algo parecido ocurre también en los que sí que sufrieron una lesión, pues también pueden tener problemas psicológicos derivados del recuerdo del momento en el que todo ocurrió, por lo que evitan los lugares que pueden retrotraerlos hasta allí.

Sin embargo, Jason Bourne acude a los escenarios de su pasado cercano, recordando la misión que le llevó al estado en el que se encuentra, corriendo hacia el trauma, en vez de evitarlo, como viene siendo habitual.

Sea como sea, no debemos olvidar que se trata de ficción, por lo que tampoco es necesario tenerlo en cuenta a la hora de disfrutar de estas películas, pero no por eso deja de ser interesante aprender sobre la cantidad de realidad que hay detrás de ellas, ¿verdad?