Con estas uñas con microchip no tendrás que volver a rebuscar una tarjeta en tu vida… si no tienes más tarjetas que dedos, claro.

Es posible que hayas oído hablar del biohacking, de la posibilidad de modificar nuestro cuerpo con dispositivos electrónicos para adaptarnos mejor al nuevo ritmo de vida que traen las nuevas tecnologías. A largo plazo, también es una manera de “evolucionar” como seres humanos.

Claro, que es posible que te de algo de grima eso de implantarse un chip en la cabeza, pero la verdad es que podemos hacer pequeñas modificaciones a nuestro cuerpo que no son tan invasivas, hasta el punto de que podría considerarse lo mismo que llevar un wearable.

Con estas uñas con microchip sólo tienes que acercar la mano

Luce Davies, una estudiante británica, ha demostrado lo que es posible con un poco de ingenio con su nuevo proyecto, unas uñas con microchip que pueden eliminar la necesidad de llevar encima una tarjeta. De esta manera, podemos pagar simplemente pasando la mano por el detector, al más puro estilo “jedi”.

unas postizas chip 1

La estudiante, de 22 años, tuvo que pedir permiso al metro de Londres para modificar una tarjeta Oyster, la tarjeta oficial de transporte público de la ciudad; lo interesante es que no estudia nada relacionado con sistemas informáticos, sino diseño de joyería. Es algo que nos recuerda que las mejores ideas no tienen porqué venir de la industria tecnológica.

El funcionamiento de las uñas es sencillo, sólo tienen en su interior el mismo chip RFID que tienen las tarjetas, y que sirve para identificar al usuario y deducirle la cantidad correspondiente a cada viaje. Por supuesto, el diseño está inspirado en el de las tarjetas Oyster.

tarjeta metro londres

Davies incluso ha mantenido conversaciones con la entidad de transporte público para que este diseño pueda ser usado por todo el mundo. A juzgar por las reacciones que está provocando, es un producto que puede tener potencial, ya que no es nada raro que se nos pierdan este tipo de tarjetas y perdamos el metro o el tren. Incluso podría expandirse a otro tipo de tarjetas.

Sin embargo, Davies asegura que estas uñas no sirven nada más que para “iniciar una conversación” y plantearse cómo podría ser el futuro de las tarjetas.