Si el otro día os hablamos sobre las causas neurológicas del efecto rebote, hoy os traemos otro tema de gran importancia ahora que todos parecemos volvernos locos con dejar unos kilos de cara al verano.

Y es que unos de los grandes enemigos de este tipo de rutinas son los carbohidratos, que se convierten en la bruja mala del cuento al estar envueltos en un gran número de mitos sobre sus efectos perjudiciales para la salud y la pérdida de peso.

Sin embargo, no todo es blanco o negro; ya que, si bien es cierto que no debemos abusar de ellos, tampoco debemos dejarlos totalmente de lado, ya que suponen una amplia gama de beneficios para nuestra salud. Por ese motivo, el canal de Youtube Business Insider utiliza uno de sus vídeos para dar a conocer cuáles son estos mitos sobre los carbohidratos, previniendo con ello más de un acto inconsciente durante la operación bikini.

1. Todos los carbohidratos engordan

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Dejando a un lado el chiste fácil que afirma que no son los carbohidratos los que engordan, sino que lo hacemos nosotros, si somos justos la verdad es que ni todos nos hacen engordar del mismo modo, ni tampoco lo hacen directamente.

El problema no está en su simple consumo, sino en qué cantidades tomamos y con qué los acompañamos. Por ejemplo, no es lo mismo tomar un plato de macarrones con verduras que una misma ración de pasta cubierta de salsa de chorizo.

Por lo tanto, la solución es elegir fuentes saludables de hidratos de carbono, intentar tener un correcto balance entre las calorías consumidas y las gastadas y vigilar con qué acompañamos estos alimentos.

2. Carbohidratos significa azúcar, harina y pastas

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Reconocedlo, cuando pensamos en carbohidratos ésas son las primeras imágenes que nos vienen a todos a la mente.

El primer término es fácilmente confundible, ya que los carbohidratos se descomponen en un azúcar, llamado glucosa.

Sin embargo, el azúcar de mesa típico con el que endulzamos el café no se compone sólo de glucosa, ya que también contiene fructosa, una sustancia mucho más vinculada a la aparición de obesidad.

Por otro lado, la harina y las pastas no son los únicos alimentos basados en los cabohidratos, ya que las frutas y las verduras también son una magnífica fuente de ellos.

3. Disminuir las cantidades de carbohidratos en la dieta siempre es bueno

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Los carbohidratos suponen un gran número de beneficios para nuestra salud. Por un lado, aportan toda la energía necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y regulan funciones tan importante como el control de la insulina y el glucagón en la sangre.

Por otro, se descomponen en glucosa, que es un combustible  indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro. Y si el cerebro no funciona bien, imaginad lo que pasará en el resto del cuerpo.

Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado al disminuir las cantidades de carbohidratos, ya que si nos colamos podemos tener problemas graves de salud. Además, estos niveles no son un valor fijo, pues dependerán del estilo de vida que llevemos, siendo por ejemplo mucho más alto el requerimiento de un deportista que el de una persona sedentaria.

4. Si bajas los niveles de carbohidratos no ganarás peso

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Efectivamente, si tenemos una dieta rica en carbohidratos nuestro organismo tendrá que buscar una nueva fuente de energía, por lo que acudirá a las reservas de grasa, haciéndonos perder peso.

Sin embargo, eso no significa que no podamos ganarlo por otro lado, ya que otros tipos de alimentos, como los ricos en grasas, aportan igualmente una gran cantidad de calorías, que se puede traducir en un aumento de peso. 

Además, como os contaba en el apartado anterior el precio que podemos pagar por disminuir los niveles de carbohidratos puede ser muy alto.

5. La fibra no importa

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Uno de las grandes compañeras de los carbohidratos es la fibra, que suele estar asociada a ellos en un gran número de alimentos. Aunque es una sustancia que esconde mitos en ambos sentidos, lo cierto es que ni tiene súper poderes ni tampoco es inútil, ya que la fibra soluble ha demostrado en estudios recientes aportar un gran número de beneficios a nuestra salud.

Por ejemplo, reduce las probabilidades de enfermedad cardiovascular, ayuda a regular los niveles de colesterol y proporciona un aumento de la saciedad, por lo que es un buen aliciente para las dietas.

Como veis, los carbohidratos no son para nada nuestros enemigos. Simplemente tenemos que aprender cómo debemos tratarlos.