La marca de bolígrafos BIC es una de las más usadas a lo ancho y largo de nuestro planeta.

Esto se debe a que presentan un montón de ventajas: la tinta se extienden bien por el papel, dura bastante tiempo y no emborrona y, además, el cilindro en el que se encuentra la varilla de tinta es ergonómico, cómodo de utilizar, un recipiente genial para albergar todo tipo de chuletas y una magnífica cerbatana de bolitas de papel.

¿Pero qué pasa con la capucha? Sí, esa tapa del mismo color que la tinta del bolígrafo en cuestión y con un agujerito inútil, que cuando éramos pequeños siempre acabábamos perdiendo, dejando el bolígrafo desnudo tiñendo el interior de nuestros estuches. Pues de inútil nada, ese agujerito no está ahí por curiosidad, ya que tiene un gran número de funciones que os sorprenderán.

¿Para qué sirve el agujero de los bolígrafos BIC?

tapa bic

Aunque algo tan simple y cotidiano como un bolígrafo BIC no parece una obra complicada de la ingeniería y, si somos estrictos, la verdad es que no lo es, sí que es cierto que está diseñado a conciencia y que no le falta un detalle para convertirse, no sólo en uno de los bolígrafos más duraderos, fáciles y cómodos de usar, sino también en el más seguro.

El detalle más importante del diseño es el agujero del extremo de los capuchones, en torno al cual durante algunos años circuló un mito urbano que aseguraba que la empresa los hacía para ahorrar y que con el plástico sobrante hacían más capuchas, pero la verdad no tiene nada que ver con eso.

Según un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, aproximadamente 100 personas mueren al año en ese país por la asfixia causada accidentalmente al tragar la capucha de un bolígrafo. Esto no es algo descabellado si tenemos en cuenta como algunas personas, especialmente niños, pasan el tiempo mordiendo esa parte del bolígrafo.

De esa forma, puede ser tragado en un momento de despiste, obstruyendo las vías respiratorias y causando la muerte por asfixia.

Sin embargo, el agujero presente en la capucha de estos bolígrafos permite que el aire siga fluyendo hasta que se consiga extraer el objeto de la garganta del paciente que se lo tragó.

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Se puede observar algo similar en los muñecos de Lego, que también tienen un agujerito en la cabeza para prevenir la asfixia en caso de que un niño se los trague mientras juega.

¿Para qué sirve el otro agujero de los bolígrafos BIC?

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Además del agujero claramente perceptible que presenta la parte superior de los capuchones de estos bolígrafos, también hay otro, muchos más pequeñito, sorbe la zona media del cilindro transparente.

Si bien es cierto que alguna vez nos hemos podido preguntar cuál es la utilidad del de la capucha, el otro suele pasar desapercibido y no atraer nuestro interés, pero no por eso dejar de tener dos aplicaciones muy necesarias en un bolígrafo de uso tan habitual como éste.

Por un lado, ayuda a regular la presión en el interior del bolígrafo. Esto se debe a que si estuviese totalmente cerrado, la presión interna sería distinta a la externa y se producirían fugas de tinta para tratar de igualarla.

Por otro lado, se favorece que el gas en el interior del cilindro sea el mismo que fuera, de modo que se evita la condensación que dificultaría la visibilidad del nivel de tinta que queda.

Por todo esto, da igual los sofisticados modelos que saquen otras marcas de bolígrafos. El bolígrafo BIC nunca morirá, del mismo modo que tampoco lo harán las personas que se traguen su capucha. ¡Y todo gracias a algo tan simple como un agujero!