El plan de SpaceX para llegar a Marte ya es oficial, y dará comienzo en apenas dos años.

Desde el principio Elon Musk ha declarado que el objetivo último de SpaceX es poner al ser humano en Marte, y que todo lo que ha desarrollado hasta ahora, desde cohetes capaces de aterrizar a cápsulas de transporte, está dirigido a completar esa misión.

Hoy SpaceX ha confirmado que dará el siguiente paso para hacer realidad ese sueño, y será tan pronto como en 2018, dependiendo de cómo vayan las pruebas en los cohetes y las cápsulas que usará la misión.

Dos años para conseguir un cohete y una cápsula para Marte

Ahora SpaceX se enfrenta a una cuenta atrás: el próximo mes de mayo de 2018 será el próximo momento idóneo para enviar una nave, ya que será entonces cuando la distancia entre la Tierra y Marte será más corta.

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Esta misión se basa en dos pilares, dos productos desarrollados en los últimos años y que ahora tendrán la oportunidad de brillar. Por una parte, está el cohete Falcon Heavy, una versión más grande del Falcon 9 que la compañía ha venido usando en sus últimas misiones.

El Falcon Heavy hace honor a su nombre, y se convertirá en el cohete más grande del mundo y el que mayor carga será capaz de poner en órbita baja, unos 53.000 kg.

Por otra parte, está la cápsula de transporte Dragon que irá montada en el cohete, que originalmente fue presentada como un vehículo para transportar hasta siete astronautas con carga hasta la ISS. Aunque SpaceX no ha especificado si la misión llevará tripulantes o carga, seamos sinceros, es mucho más probable que sea lo segundo.

La Dragon será modificada en una nueva versión llamada Red Dragon, diseñada para descender hasta la superficie marciana gracias a los ocho pequeños cohetes SuperDraco que están dispuestos a su alrededor.

El aterrizaje, la clave del plan de SpaceX para llegar a Marte

Esta técnica se conoce como aterrizaje por propulsión, y consiste en encender los motores una vez que la cápsula se adentra en la atmósfera marciana, con el objetivo de reducir la velocidad poco a poco hasta llegar al punto en el que la cápsula tocará el suelo.

Este sistema de aterrizaje es algo más espectacular que otros, pero principalmente está pensado para conseguir un aterrizaje controlado, algo vital si la cápsula lleva tripulantes y una gran carga, lo necesario para garantizar la supervivencia en el planeta rojo; en este sentido SpaceX ya va por delante de la NASA, que hasta ahora todos sus métodos de aterrizaje no son propios para ese tipo de carga.

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El problema es que Marte es muy diferente de la Tierra; las cápsulas que vuelven de la Estación Espacial Internacional pueden reducir su velocidad enormemente usando sólo la atmósfera, pero en Marte, con una atmósfera menos densa, no tenemos esos lujos. De ahí que cuando la NASA haya tenido que enviar rovers pesados a Marte, haya tenido que optar por soluciones algo extravagantes, como la grúa que sóltó al Curiosity desde las alturas.

Si se demuestra que el sistema de aterrizaje de la Red Dragon es capaz de soltar la carga sobre el suelo marciano de manera suave, puede ser la clave para mandar astronautas a Marte en las próximas décadas.

Por eso este anuncio de SpaceX es tan importante para la exploración espacial del futuro. Es sólo una empresa privada, pero lo que descubran en Marte puede marcar el camino para las misiones del futuro.