En lo más remoto de la selva de Ecuador vive una especie de árbol que parece sacado de la Tierra Media, la célebre creación de J.R.R. Tolkien. Como si de un Ent se tratase, esta palmera parece ser capaz de desplazarse con la ayuda de sus raíces aéreas.

Su desplazamiento es, sin embargo, bastante lento. Por tanto, tampoco podemos pensar en un ejército de estas palmeras arrasando con las explotaciones madereras y los cazadores furtivos que asolan la selva amazónica.

La función de estas raíces aéreas y  las condiciones que necesita la palmera para caminar sigue siendo un tema de debate entre los científicos, aunque esto no impide que la palmera pueda considerarse como el único árbol que camina en todo el planeta. 

Socratea exorrhiza, la palmera que camina

palmera que camina

Socratea exorrhiza es el nombre científico de esta especie que habita en las selvas tropicales de Sudamérica y América Central. Su gran altura, que puede alcanzar los 25 metros, no hace sino aumentar la impresión que causan la gran cantidad de raíces aéreas, que recuerdan a pequeñas piernas, que posee.

A finales del pasado año, el biólogo y periodista científico Karl Gruber viajó al Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras, en Ecuador, con el objetivo de investigar acerca de esta especie. En su reportaje, afirma que la palmera puede desplazarse más de 20 metros al año. Esto ocurre cuando el suelo en el que se encuentra la planta se erosiona. Entonces forma nuevas raíces aéreas que alcanzan zonas adyacentes más estables y deja pudrir las originales. De este modo, si tras varios meses volvemos al lugar ya no encontraremos la palmera en el mismo sitio.

En su viaje por uno de los entornos naturales más espectaculares del mundo, Gruber descubrió además cataratas de más de 30 metros de altura y dos nuevas especies de vertebrados (una lagartija y una rana).

Un árbol que camina, ¿mito o realidad?

pregunta

A pesar de las palabras de Gruber, esta especie vegetal sigue sujeta a la controversia entre los científicos. Algunos sugieren que estas raíces son únicamente una adaptación de la palmera para vivir en las zonas pantanosas de la selva, por lo que el hecho de que camine no es más que un mito. Otros científicos apoyan la teoría de Gruber y sugieren que el desplazamiento es una estrategia que usa cuando otro árbol le cae encima y le permite buscar lugares más seguros. Incluso, se ha propuesto que la palmera sea capaz de buscar emplazamientos ricos en nutrientes, como aquellos en los que hay troncos podridos.

También es cierto que no sería demasiado sorprendente que esta planta, efectivamente, se moviera. Es posible encontrar muchas especies vegetales capaces de hacer movimientos que podrían parecer exclusivos de los animales. Este es el caso, por ejemplo, de las plantas carnívoras o de la Mimosa pubica, una planta tropical cuyas flores y hojas se contraen cuando se tocan.