No cabe duda que el café es el combustible que muchos de nosotros necesitamos para arrancar por las mañanas.

El problema es que a veces nos juega algunas malas pasadas y a cambio de despertarnos nos regala jornadas enteras de acidez y dolores de estómago. Vale que todo tiene su precio, pero no nos resignemos a tantos padecimientos sólo por no ir dormidos a trabajar.

La solución es tan simple como seleccionar el café correcto. ¿Aún no sabéis como hacerlo? La ciencia tiene la respuesta.

El mejor café, ¿la respuesta está en la acidez?

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Es muy habitual encontrar anuncios de marcas de café que venden su café como una variedad menos ácida y, por lo tanto, menos agresiva para el estómago.

Sin embargo, según la nutricionista Monica Reinagel, la clave no está en la acidez. De hecho,los cafés más ácidos tienen aproximadamente un pH de 4’7, no demasiado lejos de la neutralidad y muy similar al de alimentos como el plátano, que de ningún modo nos produce los mismos síntomas al consumirlo.

Esto no quiere decir que el culpable de estos dolores no sea el ácido. En realidad sí que lo es; pero no el contenido en el café, sino el de los propios jugos gástricos, secretados por el estómago como respuesta al consumo de esta bebida.

Entonces, ¿por qué nos duele el estómago con el café?

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Como os decía, la culpa la tienen los flujos gástricos, secretados por el estómago en respuesta al consumo de café.

Por lo tanto, para elegir un café suave para nuestro sistema digestivo debemos tener en cuenta su contenido en una serie de sustancias. Por un lado, la cafeína y el ácido clorogénico estimulan la secreción de los ácidos gástricos, provocando ese malestar típico.

Por otro, otras sustancias como el N-metilpiridinio (N-MTP) producen el efecto contrario, inhibiendo la producción de estos ácidos y, por lo tanto, resultando mucho menos molesto.

Entonces es fácil, ¿no? Sólo hay que buscar un café con bajo contenido en ácido clorogénico y altos niveles de N-metilpiridinio. Sería maravilloso poder hacerlo, pero el problema es que las cantidades de estas sustancias no vienen señaladas en el envase, por lo que no es algo tan simple.

¿Cómo elegir el mejor café para el estómago?

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Aunque no esté señalado en el envase, tomar los niveles adecuados de estos componentes del café es tan simple como seguir unos cuantos consejos.

Por un lado, el tostado del grano de café favorece la producción de N-MTP, por lo que cuanto más oscuro lo consumamos, más nos lo agradecerá nuestro estómago.

Otra opción es macerar los granos de café con agua fría de 12 a 24 horas, extrayendo así una menor cantidad de cafeína y ácido clorogénico.

Y si todo eso os parece insuficiente, no os olvidéis de añadir un poco de leche, ya que las proteínas lácteas se unen al ácido clorogénico, disminuyendo su biodisponibilidad y, por lo tanto, inhibiendo su efecto sobre la producción de ácidos gástricos.

Después de leer esto, ya no tenéis ninguna excusa para dejar el café. ¿A qué esperáis para probarlo?