Si los seres vivos estamos hechos de átomos y estos sigues las leyes cuánticas, parece lógico que la biología podría beneficiarse de unas reglas tan complejas y anti-intuitivas como estas.

Hace casi 100 años que los físicos se dieron cuenta que las leyes que rigen el comportamiento de la partículas más pequeñas que existen, no tienen nada que ver con lo que vemos o experimentamos en nuestro día a día. De esta forma surgieron las teorías cuánticas, que con el tiempo han demostrado ser la mejor explicación de cómo funciona la naturaleza. Sin embargo, unas leyes tan complejas y tan poco intuitivas pueden entorpecer y despistar a quienes trabajan con cosas que no exhiben estos raros comportamientos de una forma clara.

Además nos encontramos con el hecho de que cuanto estudiamos muchas de estas partículas juntas, los efectos raros se cancelan y desaparecen, dando lugar al mundo que vivimos y que conocemos en el que nadie puede atravesar una pared de cemento, por muchas veces que se golpeen contra ella. Esto suscita una duda muy interesante y compleja: ¿Cuándo deja un sistema de comportarse de forma cuántica? Con los años los químicos han abrazado estas leyes cuánticas pero otras ramas como la medicina o la biología se han mantenido siempre al margen de tan extrañas reglas.

¿La biología cuántica merece la pena?

atomo

Nadie puede dudar que la biología no es más que una abstracción que soluciona la complejidad de trabajar con billones de átomos estudiando unidades más complejas (como una célula o su ADN) como base. De esta forma nos evitamos muchos problemas y conseguimos grandes avances sin tener que estudiar cada parte de la célula átomo a átomo. La biología cuántica, por tanto, no es más que el intento de mirar un poco más abajo de lo que se hace hasta ahora intentando encontrar el conocimiento que aún no hemos conseguido obtener hablando de células y partes de la célula.

Puesto que una descripción puramente cuántica de la biología (es decir, hablar de todos los procesos biológico en términos de átomos) es inviable, además de poco eficiente, lo que se intenta con la biología cuántica es bajar un escalón en complejidad solo en aquellos momentos en los que tenga sentido. Esto ayuda a mantener una complejidad controlada, pudiendo explicar muchos más fenómenos. Hasta el momento esta área está todavía en pañales y cuenta con más especulaciones y preguntas que respuestas, pero ese es justo el camino por el que se llega al conocimiento

Biología clásica vs Biología cuántica

cuantica

Vamos a asegurarnos de que todos estamos en la misma página y no hemos esterado bien de lo que significa este paso cuántico en la biología.

La biología cuántica sin embargo es capaz de especular que el proceso puede estar relacionado con el entrelazamiento cuántico de algunos electrones en las células de sus ojos y cómo es la interacción entre el campo terrestre y dichos electrones. Es más, con el tiempo será capaz e confirmar o descartar esta hipótesis por completo. Otros ejemplos interesantes son los procesos de efecto túnel que se cree que tienen lugar durante la fotosíntesis y que ayudan a que sea uno de los procesos más eficientes que conocemos.

En definitiva, la biología cuántica es el perfecto encuentro entre la más rigurosa explicación de la naturaleza y un conocimiento comprensible al alcance de nosotros los humanos. Por el momento es un campo con más especulación que experimentación, pero de aquí a unos años podría respondernos por fin a la pregunta de por qué y cómo surgió la vida además de otras muchas cuestiones de carácter más práctico como saber cuál es el proceso exacto que transforma una célula sana en una cancerosa.