Tendemos a pensar que la serpiente más rápida del mundo es la víbora, pues su veloz mordedura puede ser letal en la mayor parte de los escenarios.

Sin embargo, esta creencia puede deberse también en gran parte en la forma de matar de la víbora: Una mordedura veloz. Cuando tu forma de actuar depende de lo rápido que claves tus colmillos, evidentemente necesitas velocidad, pero no por ello esta especie debe ser la serpiente más rápida del mundo.

Bajo esta hipótesis, David Penning y sus colegas de la Universidad de Luisiana quisieron comprobar si otras especies de serpientes que no usan su mordedura para cazar son tan lentas como creíamos, o si pueden competir con la mismísima víbora. Y el resultado es llamativo como poco.

La víbora, ¿la serpiente más rápida del mundo?

serpiente

La investigación de Penning, publicada en Biology Letters, nos hace darnos cuenta de que el hecho de que una serpiente no mate con sus colmillos no implica que sea lenta. De hecho, el simple intento de golpe por parte de una serpiente, sin recibir veneno de sus colmillos, puede ser suficiente para hacer bastante daño.

Para demostrarlo, Penning y sus colegas usaron a 32 serpientes en su laboratorio: Un total de 18 víboras de cascabel y otras 14 serpientes llamadas “culebras ratoneras” (o ratsnakes en inglés). Estas últimas, las culebras, destacan por no tener veneno con el que atacar a sus presas. Sin embargo eso no significa que no muerdan o no sean letales: Matan a sus presas por constricción o “abrazándolas”.

La demostración de la velocidad de las serpientes, en vídeo

En este caso, en lugar de ofrecer presas vivas a las serpientes, los investigadores intentaron que las serpientes se defendieran de guantes de peluche que les acercaban con un palo. Los movían hasta que la serpiente intentará defenderse lanzándose a por el guante, y todo esto sería captado por cámaras de alta velocidad. Desde luego, las culebras “inofensivas” no son lentas para nada.

Como podéis ver en el vídeo, tanto las víboras de cascabel como las culebras ratoneras podrían competir por el título de serpiente más rápida del mundo. Sin las cámaras, no podríais ver cómo ha sucedido. El parpadeo humano necesita 202 milisegundos, y tanto las víboras como las culebras se lanzan al ataque a una velocidad de entre 50 y 90 milisegundos.

Para los investigadores, tiene bastante sentido que otras serpientes sean tan rápidas o más que la conocida víbora de cascabel; evidentemente estos reptiles no van a quedarse esperando a ser atacados por otras serpientes u otros animales, y también necesidan velocidad para abrazar a sus presas. Los mamíferos reaccionan a una velocidad de 60 a 395 milisegundos a un ataque, pero si una serpiente cualquiera consigue lanzarse en apenas 50 o 90 milisegundos, la cosa no pinta bien para la víctima.