El dengue es una de las enfermedades más preocupantes a lo largo de una gran extensión del planeta.

Esta enfermedad infecciosa es causada por un virus,  transmitido por un mosquito, y es la culpable de unas peligrosas fiebres hemorrágicas temidas a lo largo de gran parte del hemisferio sur.

Hace años que comenzó a distribuirse Dengvaxia,  una vacuna que parecía efectiva, pero sólo en pacientes entre los 9 y los 16 años. Curiosamente, pasado un tiempo, aquellos que no se encontraban en ese rango de edad no sólo no quedaban protegidos, sino que podían contagiarse más gravemente. Por eso, es necesario obtener una vacuna beneficiosa para pacientes de todas las edades, algo que podría convertirse pronto en realidad gracias a la vacuna experimental, desarrollada recientemente  por un grupo de investigadores estadounidenses que ha publicado sus resultados en la revista Science Translational Medicine.

¿Qué es el dengue?

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El dengue es una enfermedad característica del clima tropical, que afecta a 400 millones de personas al año, llegando a ocasionar una media de 25.000 muertes anuales.

Aunque en muchos casos puede comenzar siendo asintomática, se caracteriza por fuertes dolores de cabeza y articulaciones, inflamación en los glanglios linfáticos y erupciones en la piel. Además, con menos frecuencia también se puede dar una disminución drástica del número de plaquetas del paciente, que termina provocando todo tipo de hemorragias, acompañadas de fiebre, vómitos y complicaciones a nivel del hígado y los riñones.

Como os decía al comienzo, la única vacuna disponible en la actualidad no es del todo eficaz, por lo que aquellos países en los que supone un problema de salud pública centran su lucha en la eliminación de Aedes aegypti, el mosquito que actúa como principal vector de la enfermedad. 

Los primeros pasos de la vacuna más eficaz contra el dengue

vacuna

Para comprobar la eficacia de esta vacuna, a la que han llamado TV003, se procedió a inyectar con ella a 20 pacientes, mientras que a otros 21 se les administró un placebo. A continuación, después de dar su consentimiento,  todos fueron infectados con una cepa muy atenuada del virus, para comprobar si habían quedado protegidos.

Como cabía esperar, casi todos los pacientes que recibieron placebo, un 80% concretamente, mostraron los síntomas típicos de la enfermedad, mientras que el 100% de los que habían sido vacunados continuaron sanos y sólo unos pocos presentaron algunos efectos secundarios leves.

Orgullosos de los resultados, estos científicos acaban de comenzar la segunda fase de la investigación, que tendrá lugar en Brasil, cuyos resultados serán publicados en 2018. Ojalá sean igual de favorables que los que han tenido hasta ahora.