Hace un par de días, estaba desayunando en una cafetería cuando la situación de la mesa del al lado llamó mi atención. Un matrimonio joven tomaba café y tostadas alegremente mientras sus dos hijos pequeños, sentados a su lado, jugaban con una tablet.

Si esto me llamó la atención, no fue sólo porque el más pequeño, de unos dos años, manejaba la tablet con mucha más soltura de la que yo nunca tendré, sino también porque parecía como si ni él ni su hermana estuviesen allí. Y es que este tipo de dispositivos electrónicos se han convertido en las niñeras del siglo XXI, siempre pendientes de tus hijos, vayan a donde vayan, mientras les aguante la batería.

¿Cuándo suelen dejar los padres a sus hijos jugar con tablets?

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Las nuevas tecnologías aportan un sinfín de ventajas a nuestras vidas, incluidas las de los niños. De hecho, de forma controlada y supervisada por adultos, éstos pueden utilizar tablets y ordenadores para mejorar capacidades cognitivas como la concentración, la visión espacial o la memoria.

Sin embargo, por lo general, los padres no suelen estar presentes en sus juegos, ya que precisamente suelen darles este tipo de dispositivos electrónicos para tener más tiempo libre o poner fin a sus rabietas.

Esto lo corrobora un estudio llevado a cabo por una serie de científicos del Hospital CS Mott de Niños, de la Universidad de Michigan, que afirma que los padres con más dificultades para afrontar el enfado de sus hijos son los que más horas les permiten jugar con este tipo de aparatos.

¿Qué consecuencias pueden acarrear estos hábitos a los niños?

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Según un gran número de estudios científicos, el abuso de tablets, ordenadores y televisiones por parte de los niños acarrea consecuencias perjudiciales como la obesidad (lógico, si tenemos en cuanta que aumentan el sedentarismo) o dificultades para sociabilizar y comunicarse. Esto último, además, retroalimenta los berrinches, pues serán cada vez más incapaces de discutir relajadamente con sus padres y recurrirán más rápidamente a las rabietas para conseguir lo que quieren.

La solución al problema de las tablets como niñeras

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Si nos preguntamos si la solución es prohibirles el uso de estos dispositivos, la respuesta es no. Como os decía, los padres pueden conseguir que tablets y ordenadores jueguen de su parte, pero no como niñeras, sino participando en procesos educativos. Pero para ello, es necesario, por un lado, estar con ellos mientras juegan y, por otro, hacerles ver que también tienen que realizar otras actividades, como practicar deporte o jugar con sus amigos de carne y hueso.

Además, sería muy recomendable empezar por enseñar a los padres a afrontar las rabietas de sus hijos.

Como siempre, la respuesta está en la dosis y el diálogo.

Fuente: JAMA Pediatrics