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El ADN Neandertal nos hace más vulnerables a algunas enfermedades

17 febrero, 2016 17:11

Los Neandertales son los parientes más cercanos de los humanos modernos. Por eso, en algún momento del pasado, cuando ambas especies aún convivían, tuvieron lugar algunos cruces que propiciaron que hoy en día existan muchas personas con material genético neandertal. Sí, sí, cuando insultáis a alguien llamándole neandertal puede que estéis dando en la clave más de lo que pensáis. Es más, es posible que vosotros también tengáis un poquito de neandertales. Y, aunque por supuestísimo que carece de sentido como insulto, sí que es cierto que estos genes nos han podido aportar más de un problemilla de salud.

¿Cómo han descubierto los genes neandertales?

Para concluir la existencia de estos cruces, un grupo de científicos de la Universidad de Vandervilt estudiaron los historiales clínicos de un conjunto de pacientes adultos estadounidenses de origen europeo. Los análisis genéticos encontraron 135.0000 variaciones genéticas neandertales, que suponían  entre un 1’5 y un 2’1% del ADN y conferían una serie de pequeños cambios biológicos que en algunos casos suponían una mejora evolutiva considerable; pero, en otros, aumentaban las probabilidades de sufrir algunas enfermedades, como cardiopatías, artritis o depresión.

Curiosamente, estos pacientes también mostraron ser más propensos a la adicción de la nicotina, algo que resulta sorprendente si tenemos en cuenta que los neandertales no fumaban. Se cree que, por el contrario, el ADN que provoca la adicción al tabaco podía tener alguna otro función, posiblemente muy beneficiosa, ya que se ha conservado durante más de cincuenta mil años. El problema llegó cuando los europeos trajeron el tabaco desde las Américas y el beneficio se convirtió en vicio.

¿Por qué el ADN neandertal nos resulta tan perjudicial?

Los resultados parecen complejos, pero si nos paramos a pensarlo son bastante obvios. Los Neandertales vivían bajo unas condiciones ambientales que nada tienen que ver con las nuestras.  El clima era muy distinto y los animales y plantas patógenos a los que se enfrentaban tenían muy poca relación con los que nos encontramos hoy en día.  Esto digamos que vuelve al cerebro un poco loco, al tener que interpretar caracteres diseñados para un camino evolutivo muy diferente al que realmente sigue.  Para que me entendáis, un buen ejemplo es el de la coagulación sanguínea.

Los neandertales tenían que cazar para alimentarse y, en muchas ocasiones, vivían rodeados de grandes depredadores de los que tenían que defenderse. Por eso, a menudo se hacían grandes heridas que podían ocasionarles la muerte por desangramiento si no se coagulaban rápidamente. Evolutivamente, por lo tanto, desarrollaron un sistema de coagulado sanguíneo muy avanzado que a ellos le vino muy bien; pero que a nosotros, que tampoco nos hacemos tantas heridas, nos puede causar accidente cerebrovascular, abortos y otros muchos problemas graves.

Estos científicos afirman que aún les queda mucho por estudiar, pero de momento parece claro que el hecho de que a nuestros antepasados les diera por intimidar con los Neandertales nos ha salido un poco caro. Suerte que al menos hoy en día tenemos la medicina bastante más avanzada que entonces.

Vía: Scientific American