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Dejar de conducir puede afectar a tu salud

27 enero, 2016 16:04

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Cada día, millones de personas tienen que coger el coche para poder llegar a su destino de forma cómoda, rápida y generalmente económica. Lo que se ha convertido en todo una rutina, parece estar ligado a nuestra salud más de lo que pensamos. Y no hablo del estrés de los atascos, los accidentes o la búsqueda de aparcamiento, trasciende mucho más lejos.

Nuestro organismo es una compleja maquinaria, pero como cualquier otra, está sujeta a un proceso de decadencia. Nuestro metabolismo se altera, nuestro sistema inmune comienza a fallar, vemos reflejados estos cambios en diferentes niveles, proceso que comúnmente llamamos ‘envejecimiento‘.

Si combinamos conducción y envejecimiento, la idea resultante fundamenta que conforme envejecemos, la tarea de conducir se complica, acabando uno por dejar de conducir. Pero, ¿es la opción correcta?

Dejar de conducir empeora nuestra salud

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Investigadores del Columbia University’s Mailman School of Public Health han encontrado que los adultos que dejaron de conducir, duplicaron el riesgo de depresión al tiempo que aumentaban aun más la disminución de la capacidad cognitiva y la habilidad física.

Para entender mejor este hecho, debemos de plantearnos como funciona la conducción. Desde que ponemos el coche en marcha, hasta que lo estacionamos tras llegar a nuestro destino, nuestro cerebro ha estado trabajando a toda prisa para mantenernos a salvo; comprender e interpretar las señales de tráfico, controlar el espacio entre nuestro coche y el resto, y por supuesto, recordar cual era la ruta que solemos tomar para llegar a nuestro destino.

En consonancia, se consigue un ejercicio tanto físico como mental, que nos ayuda a mantenernos sanos. Como si de un Sudoku se tratase.

¿Peligros al volante?

Este hecho nos plantea un dilema: ¿sería mejor para uno mismo conducir incluso cuando le es complicado, simplemente para mantener nuestra salud? Es difícil responder a esta pregunta, pero lo que los autores del artículo nos sugieren es que no debemos tomarnos esta noticia con dicho enfoque, sino comprender mejor que factores afectan a nuestras capacidades cognitivas y motoras durante el envejecimiento.

El estudio, publicado en el Journal of the American Geriatrics Society pretende responder a muchas de las incógnitas que desembocan en el envejecimiento y los factores asociados, al mismo tiempo que nos plantea un nuevo punto de control en nuestra salud física y social, cuando llegamos a la edad en la que nos es difícil conducir, con el fin de elaborar un plan que sustituya en parte los beneficios de los que nos estamos privando al dejar de conducir.

Fuente | CU