La vergüenza podría ser el motivo principal por el cual un número notable de mujeres de mediana edad ignoran los síntomas de lo que podría ser un cáncer de ovario o de cuello de útero. Son los resultados que arroja una encuesta reciente llevada a cabo por investigadores del University College London a 1.000 mujeres del Reino Unido.

Es bien sabido que el diagnóstico precoz de los cánceres de útero u ovario, así como de otros muchos cánceres, puede salvar vidas. Como indican los investigadores, es muy importante romper barreras y ser capaces de conversar de forma abierta sobre los signos y síntomas de estas enfermedades, con el fin de romper los tabúes sociales y cualquier vergüenza que pueda existir en la actualidad.

Según datos de la Sociedad Española de Ginecología Médica, los cánceres ginecológicos se encuentran en segunda posición en prevalencia, tan sólo superados por el cáncer de mama. Puede decirse que aproximadamente 1 de cada 6 cánceres femeninos es ginecológico. Pero como ya hemos indicado, la detección precoz es vital para aumentar las probabilidades de supervivencia.

Estigmas

Una de cada cinco de las mujeres encuestadas opina que el cáncer cervical está relacionado de algún modo con la promiscuidad, probablemente debido a la posible transmisión del virus del papiloma humano a través del contacto sexual, y que puede acabar provocando la enfermedad. Este estigma puede estar teniendo un efecto significativamente negativo y hacer que muchas mujeres eviten la búsqueda de ayuda por temor a ser juzgadas por su comportamiento sexual. Las estadísticas hablan: según datos del Servicio Nacional de Salud británico (NHS), casi un cuarto de los 4,24 millones de mujeres de todas las edades que anualmente se ponen en contacto para una prueba cervical, finalmente no asisten a dicho control.

Problemas de edad

Otro de los motivos por los cuales muchas mujeres deciden no someterse a ningún control de detección precoz de cáncer ginecológico es considerar que los posibles síntomas (hinchazón permanente, dolor pélvico o cambios en los períodos) son normales para su edad. Vale la pena indicar aquí que cuando hablamos de cáncer ginecológico hablamos de cinco tipos: útero, de ovario, cervical, vulvar y vaginal.

Síntomas que no hay que ignorar

Por los estigmas comentados, por temor al ginecólogo, porque se trata de enfermedades silenciadas… Sea el motivo que sea, hay que evitar el miedo, hacer caso a nuestro cuerpo y acudir al médico cuando alguno o algunos de los síntomas que enumeraremos a continuación se perpetúan en el tiempo. Pueden deberse a afecciones leves fácilmente curables, pero hay que prestarles la atención que merecen. He aquí algunos: hinchazón permanente, dolor pélvico, dolores durante las relaciones sexuales, sangrado que no se produce durante la menstruación, demasiado flujo vaginal (con cambio de olor y color), protuberancias que no se deban a un pelito encarnado, picazón, sequedad, olor desagradable, cambios en la orina o entumecimiento.

Fuente | Dailymail