La placa base más pequeña del mundo es de Intel, y es incluso más pequeña que una mini-ITX.

Gracias a mini-ITX podemos crear ordenadores cada vez más pequeños sin sacrificar la potencia ni las posibilidades, pero gracias al ritmo al que va la tecnología pronto esas placas nos parecerán grandes.

Intel llama a este nuevo formato de placa base, 5×5. El nombre viene de su tamaño, 5.5 x 5.8 pulgadas; eso son unos 140×147 milímetros. Es posible que este tamaño no te sorprenda teniendo en cuenta que hay placas mucho más pequeñas.

La placa base más pequeña que puedes actualizar

El logro de Intel ha sido conseguir un tamaño tan pequeño sin sacrificar la modularidad ni la capacidad de expansión. En otras palabras, no tiene el procesador, la memoria y otros componentes unidos a la placa como otros modelos pequeños, sino que cuenta con sockets y ranuras para personalizar y mejorar el equipo.

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En concreto la 5×5 tiene un socket LGA de Intel (evidentemente) compatible con procesadores desde Celeron hasta Core i7. El único límite real es que sólo soporta CPUs de 65W, algo comprensible teniendo en cuenta que no quieres montar una bestia de procesador en un sistema tan pequeño sin la refrigeración que necesita.

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También tiene dos canales SODIMM de memoria RAM y es compatible tanto con almacenamiento por SATA de 2.5 pulgadas como con módulos M.2.

La 5×5 solo tiene un punto negativo: no tiene puerto PCI Express así que no podemos instalar una gráfica dedicada para crear un PC para juegos diminuto.

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No hay noticias sobre la disponibilidad del 5×5 ni de su precio, y es posible que no se venda al público sino que sea exclusivo para ensambladores y fabricantes, pero seguro que en los próximos años vemos desarrollos similares sustitutos del mini-ITX.