Un reloj de ferrofluido probablemente sea el mejor regalo que puedes hacer, aunque ya te adelantamos que no sale barato.

Un ferrofluido es un líquido con partículas ferromagnéticas, que por lo tanto reacciona ante un campo magnético.

La gracia está en que usando imanes podemos hacer que el líquido tome todo tipo de formas a cada cual más espectacular. Es fácil encontrar vídeos en Internet sobre ferrofluidos y su comportamiento ante estos estímulos.

Un reloj de ferrofluido que será la envidia de las visitas

El inventor Zelf Koelman ha aprovechado este líquido para algo más que para mostrar formas curiosas, y ha creado el Ferrolic, un reloj de ferrofluido que cambia de forma mostrando la hora.

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Por lo tanto más que un reloj el Ferrolic puede ser considerado una obra de arte en movimiento. El reloj en realidad está lleno de líquido, con el ferrofluido en la parte inferior.

Cuando se activan electroimanes en la parte posterior de la “pantalla”, el ferrofluido se mueve a la zona afectada mostrando los números, todo ello en una estructura de aluminio.

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Por tanto nada impide que el Ferrolic pueda ser usado para mostrar algo más que números, como texto o incluso animaciones personalizadas gracias al acceso a través de un navegador web a su software.

Ahora viene la parte dura: el Ferrolic cuesta 7.500 € + impuestos, con la posibilidad de gastarse más para personalizarlo con diferentes materiales y de usar fluido de diferentes colores. Para conseguir uno tenemos que rellenar un formulario en la página oficial.