Esta piscina flotante que se construirá en Londres promete ser una de las grandes atracciones del barrio de Nine Elms.

Exacto, aunque esta idea parezca salida de la mente de un arquitecto de Dubái u otro país bañado en petróleo, en realidad está pensada para disfrutar de los nublosos cielos londinenses.

Esta piscina está suspendida a 35 metros de altura, y está unida en sus extremos a dos nuevos edificios pertenecientes a Embassy Gardens, una zona cercana a la nueva embajada de EEUU en Londres que se pretende que sea una “mini Manhattan” y que por lo tanto acogerá a altos cargos, gente de negocios y “gente de bien”.

Una piscina flotante que te permitirá saludar a los viandantes

Son este tipo de personas las que podrán disfrutar de las vistas que permitirá esta piscina de cristal de 20 centímetros de grosor. Sus creadores aseguran que la inspiración les vino por un deseo de hacer algo que no se había hecho nunca.

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Desde luego cuando se termine puede ser muy llamativo, y permitirá a los vecinos de la comunidad socializar nadando los 25 metros que mide, con un ancho de 5 metros y una altura de 3 metros (aunque el agua sólo tendrá una profundidad de 1.2 metros).

Lo más interesante desde el punto de vista técnico es que la piscina no no contará con ningún tipo de soporte adicional, será solamente el cristal de la piscina lo que la sostenga en los extremos.

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Por si no fuera suficiente la piscina no estará sola, los vecinos también podrán disfrutar de un spa, un bar y un invernadero. No está mal, aunque hay que tener en cuenta que el precio del apartamento más barato es de más de 600.000 libras esterlinas (844.000 €).