Trabajando en el CERN: Visitando el acelerador más antiguo del CERN
Si por algo es conocido el CERN a dia de hoy es por su gran acelerador de hadrones, el LHC. Este acelerador de inmensas dimensiones no es ni con mucho el único acelerador que ha existido en este centro de investigación; lo cual es lógico si tenemos en cuenta que el propio CERN tiene más de 60 años. Antes del LHC fue el LEP, y antes el… y así nos remontamos hasta el acelerador más antiguo que hubo en el CERN. Hablamos del año 1957, y hablamos del acelerador de partículas llamado “SynchroCyclotron” (SC usando las iniciales). Este acelerador está ya retirado y se expone en el museo dentro del propio CERN.
Para hacernos una idea de la importancia y la magnitud del SC cuando se puso en funcionamiento, nos remontaremos casi 60 años a la época en la que el CERN comenzaba sus andaduras. Esta organización europea se fundó principalmente gracias a los esfuerzos de los físicos europeos por volver a impulsar la investigación en un continente devastado por la II Guerra Mundial. Sus principales objetivos fueron la colaboración internacional en favor de la física fundamental y desmarcarse totalmente de la colaboración militar.
Los inicios y descubrimientos del acelerador más antiguo del CERN
Bajo estas principales consignas se decidió Ginebra como el mejor sitio para colocar la sede por su neutralidad y su importancia histórica. A los 3 años de su fundación, el CERN recibió el que hoy es el acelerador más antiguo de sus instalaciones. El SC era última tecnología para la época, pero un pequeño jueguete comparado con el LHC. El SC tenia un tamaño que aún permitía transportarlo (al menos la parte del acelerador) en un solo camión, ya ensamblado.
Además de las imágenes graciosas que nos dejó ese traslado hasta las recién innauguradas instalaciones del CERN (como podéis ver en el vídeo) el acelerador más antiguo nos ha dejado muchos resultados muy importantes para la física de partículas e incluso para la transferencia de estos conocimientos a terapias médicas como por ejemplo el PET, que utiliza antimateria, como la que ayudaba a estudiar el SC durante sus años de funcionamiento.
El valor del SC para el CERN
Pero si debemos escoger un resultado de todos los que ayudar a el acelerador más viejo que se encuentra en el CERN, ese fue sin duda el del decaimiento beta de los piones. Los piones son unas partículas compuestas de quarks que deberían decaer creando un electrón y un neutrino, o eso creían en 1950, porque por aquel entonces no había evidencias este tipo de reacción; de forma similar a lo que ocurría con el bosón de Higgs hace una década. En el CERN se pusieron enseguida manos a la obra y gracias a su acelerador más antiguo, que en aquel momento era el más moderno, consiguieron observar dicha interacción.
Desde entonces el camino del CERN ha estado íntimamente ligado al SC, incluso a pesar de que el paso de los años lo ha relegado desde el puesto de mejor acelerador del centro pasando por acelerador secundario hasta ser una pieza de museo. El valor del SC para el CERN es enorme, tanto por ser el acelerador más antiguo que poseen como por ser el que más años ha estado en servicio (33 años seguidos). Una prueba más de que en el CERN cada euro que se invierte se aprovecha hasta extremos inimaginables.
Por eso, y por el viaje al pasado y a las técnicas originales que viene de la mano del vídeo que acompaña al SC, es por lo que recomiendo a todo aquel que pueda, que haga una visita al acelerador más antiguo y emblemático del CERN. Quizás dentro de unos años nuestros hijos hablen del LHC como ahora hablamos nosotros del SC, es muy probable. Lo que nunca podrán decir es que es el acelerador más antiguo del CERN.
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