Los diseños modulares están de moda, aunque sean complicados de poner en práctica. El mini-PC modular Wibtek Q7 pretende llevar ese concepto a los ordenadores, pero ¿tiene sentido?

La verdad es que llamar “modular” a un ordenador suena extraño. No existe un dispositivo más “modular” que los ordenadores personales, y lo fueron mucho antes que cualquier otro.

Sin embargo, con la llegada de los mini-PC esta capacidad de personalización se ha ido perdiendo a favor de otros aspectos como el tamaño y la sencillez. De ahí que la idea de los módulos que hemos visto en smartphones y otros aparatos haya dado la vuelta hacia el PC.

Un mini-PC modular es una idea con mucho potencial

El Wibtek Q7 seguramente sólo sea el primero de muchos ordenadores basados en este concepto. A primera vista no es más que un mini-PC de formato mini-ITX más.

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En su interior puede montar un procesador Intel Braswell o Broadwell-U, por lo que en teoría podemos llegar a montar hasta un Core i7, aunque lo veo poco recomendable; un Celeron o Pentium sin tantas necesidades de refrigeración y energía claramente es más apropiado.

Además, permite montar hasta 8 GB de memoria RAM y cuenta con la conectividad acostumbrada: 6 puertos USB (no se especifica el tipo), HDMI, VGA, Ethernet, jack de sonido, y ranura para tarjetas SD.

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Lo verdaderamente interesante del Wibtek llega cuando lo acoplamos a los módulos y ampliamos su funcionalidad. Por el momento el fabricante ha presentado varios  tipos de módulo; el primero es un proyector de 350 lumens que nos permite usar una resolución de 1024×768.

Otro módulo interesante es el que nos permite añadir una batería al conjunto, para convertirlo en portátil y llevárnoslo por ahí, al menos durante 3 o 4 horas. Junto con el módulo del proyector, nos puede servir para hacer nuestro propio cine de verano en la terraza o en un picnic, por ejemplo. Además, también podemos poner un módulo de Blu-Ray o DVD.

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Seguro que ya has encontrado un potencial punto negativo del Q7: que un módulo esté disponible o no depende de Wibtek. No es el caso de un ordenador personal en el que las piezas están estandarizadas, sino que aquí tenemos que pasar por el aro del fabricante.

Además, no hay dato de precio ni de disponibilidad. Pero pese a todo, es un concepto muy interesante que seguro que será adoptado por más fabricantes.

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Pero si no quieres esperar, siempre puedes montar tu propio ordenador modular. Cooler Master lanzó hace ya un tiempo las cajas HAF Stacker que nos permiten partir de una configuración base y añadir elementos, aunque no es tan sencillo como este Wibtek Q7,