Un equipo de investigadores estadounidenses ha desarrollado un dispositivo capaz de detectar el cáncer con un smartphone.

El dispositivo, ideado por unos investigadores del Hospital General de Massachusetts, ha sido diseñado para realizar un rápido y preciso diagnóstico de los tumores en las zonas que carecen de la última tecnología médica.

En un artículo publicado en la revista PNAS, los científicos describen un dispositivo basado en los teléfonos inteligentes, que utiliza mismo el tipo de tecnología empleada para hacer hologramas, con el fin de recoger imágenes microscópicas detalladas para el análisis digital de la composición molecular de las células y los tejidos.

Detectar cáncer con un teléfono inteligente

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El dispositivo, llamado D3 (diagnóstico de difracción digital), cuenta con un módulo de imagen con luz LED acoplado a un smartphone estándar, que registra datos de imágenes de alta resolución con su cámara.

Con un mayor campo de visión que la microscopía tradicional, el sistema D3 es capaz de registrar datos sobre más de 100.000 células de una muestra de sangre o tejido en una sola imagen. Estos datos son enviados a través de una comunicación segura y cifrada a la nube, a un servidor de procesamiento gráfico, donde son analizados. Posteriormente, los resultados son rápidamente transmitidos al D3, explican los investigadores.

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Para realizar el análisis molecular de tumores, una muestra de sangre es marcada con partículas muy pequeñas (microperlas), de diferente tamaño y composición, que se adhieren a la zona de la posible enfermedad. Una vez que la imagen es registrada, se puede determinar la presencia de células cancerosas analizando los diferentes patrones de difracción seguidos por estas pequeñas partículas.

Un algoritmo numérico desarrollado por el equipo para la plataforma D3 es capaz de distinguir las células de las partículas y analizar hasta 10 MB de datos en menos de nueve centésimas de segundo.

Misma eficacia que en el sistema tradicional

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En una prueba piloto se detectó la presencia de proteínas relacionadas con los tumores con una exactitud equivalente a la de la tecnología actual (pero de manera mucho más portátil). El campo de visión más amplio permitió el análisis simultáneo de más de 100.000 células.

Las microperlas se probaron en muestras de linfa, el fluido que circula alrededor de nuestro sistema linfático, tomado de las personas con ganglios linfáticos agrandados. Pudiendo ser un signo de infección, o de tumor benigno o maligno, el análisis que realizó el D3 confirmó la presencia de células cancerosas en cuatro personas, coincidendo con los resultados de las pruebas convencionales.

Junto con el análisis de proteínas, el sistema para detectar el cáncer con un smartphone se mejoró para detectar con éxito ADN, en este caso a partir de virus del papiloma humano, con una gran sensibilidad. En la prueba, los resultados se obtuvieron en, aproximadamente, 45 minutos y supuso un coste por ensayo de 1.70 euros. Los smartphones parecen ser las herramientas del médico del futuro; no hace mucho también se publicó otro estudio que usaba estos dispositivos para detectar enfermedades.