Hace unas semanas, Mars One acaparó los titulares de los medios de comunicación con la publicación de la lista de los 100 candidatos que pasaban a la tercera ronda de selección, que incluye a dos españoles. Cuando uno lee estas noticias, da la sensación de que nos quedan poquitos años para que el ser humano por fin llegue a Marte, lo cual no puede estar más lejos de la realidad.

Cabe destacar que la iniciativa de viajar a Marte es muy buena; no obstante, Mars One no será la encargada de llevar a cabo esta hazaña, ya que deja entrever la cruda realidad del proyecto. Antes de entrar en materia, expliquemos someramente por qué será necesario viajar a Marte.

¿Por qué debemos viajar a Marte?

Sin ninguna duda, Marte será el siguiente objetivo de la humanidad. Como bien decía el físico soviético Tsiolkovsky:

“La Tierra es la cuna de la humanidad, pero no podemos vivir para siempre en una cuna.”

Es un hecho que el planeta Tierra no será siempre un lugar tan apacible como lo es hoy en día; de hecho, si hay algo que caracteriza perfectamente a nuestro planeta, son precisamente las innumerables catástrofes que la han asolado a lo largo de su historia.

Hemos tenido la inmensa suerte de que, desde que apareció el ser humano en la Tierra, no ha habido ningún cataclismo lo suficientemente devastador como para aniquilarnos. No ocurrió lo mismo con los dinosaurios y otras muchas especies que perecieron repentinamente en catástrofes de una envergadura colosal. Los dinosaurios, por ejemplo, se extinguieron como consecuencia del impacto de un asteroide del tamaño del monte Everest que impactó contra la Tierra 20 veces más rápido que una bala, lo que arrasó el 70% de las especies del planeta. Cuesta imaginar las dimensiones de tal hecatombe.

Por tanto, parece ser que la única alternativa posible es viajar a otros planetas para esquivar los peligros que con toda probabilidad golpearán nuestra cuna. No nos queda otro remedio. ¿Pero será Mars One el que nos lleve a Marte?

¿Mars One nos llevará a Marte?

No, no lo hará a pesar de la gran ola de entusiasmo que hay entre los responsables del proyecto. Para empezar, el problema fundamental y uno de los más importantes es la falta de dinero. No hay ninguna inversión sólida que respalde a Mars One. Uno de los más críticos en este aspecto ha sido el astrofísico Neil deGrasse Tyson, que hacía las siguientes declaraciones:

“Si yo fuera un inversor, me gustaría hacerle una serie de preguntas a los organizadores: ¿Es peligroso? La respuesta es sí. ¿Morirán personas? Probablemente. ¿Cuánto va a costar? No sé, pero mucho. ¿Cuál es el beneficio de mi inversión? Nada.”

En definitiva, no hay nada que estimule las inversiones de las empresas privadas, y sin dinero, no hay proyecto. Según Tyson, no serán las empresas privadas las que logren colonizar Marte, sino los gobiernos:

“Los gobiernos son los primeros que hacen grandes y costosos proyectos que no tienen un obvio e inmediato retorno de inversión. Los gobiernos pueden tomar esos riesgos, así que los gobiernos van a Marte.”

Por otro lado, viajar a Marte supone solventar una serie de peligros que a día de hoy aún estamos lejos de resolver. La intensa radiación del espacio, que proviene en su mayoría del Sol, es un serio obstáculo que no sabemos cómo afrontar.

Otro punto a tener en cuenta es la inexistencia de un cohete que lleve a cabo la misión. En general, hay muchísimos cabos sin atar y no hay ni el menor atisbo de que esta situación vaya a cambiar en los próximos años.

Por si esto no fuera ya suficiente, hace poco se dio a conocer una noticia que curiosamente no ha tenido tanta trascendencia en los medios de comunicación. Mars One iba a lanzar dos sondas espaciales a Marte en 2018 para preparar la futura colonia. No obstante, y como muchos se temían, Mars One ha cancelado sus dos sondas espaciales.

El físico teórico Michio Kaku tampoco se ha mordido la lengua al hablar sobre el proyecto:

“Esto tiene un tufo de circo, donde tienes a aficionados levantando la mano, buscando ser voluntarios para ser la primera persona en llegar a Marte. Han establecido plazos poco realistas. Teniendo en cuenta el hecho de que usarán tecnología no probada, supongo que la tasa de fracaso será alrededor del 90% al 95% para una misión de esta magnitud. En otras palabras, se trata de una tragedia anunciada.”

En resumen, si hubiera que señalar alguna actitud reprobable de Mars One, sin duda sería la de generar falsas ilusiones para jugar con el dinero de la gente aun sabiendo que el proyecto es completamente irrealizable. No, Mars One no nos llevará a Marte.