Los registros históricos de la antigüedad están llenos de mitos, de medias verdades y de exageraciones de eventos, siendo difícil discernir entre realidad y ficción. Pese a todo hay ciertos inventos antiguos que, aunque puedan parecer falsos, en realidad fueron una muestra de ciencia avanzada a su tiempo.

Fuego griego

Este arma incendiaria usada por los bizantinos, sigue siendo todo un misterio. Desarrollada en el siglo VI, fue de gran importancia en batallas navales porque sus llamas no se podían apagar con agua, sino que hacía falta tirar arena, vinagre u orina. Su composición se llevaba en secreto para evitar que los enemigos del Imperio Bizantino también la usasen, pero por eso en la actualidad aún hay debate sobre su composición, que podría tener desde azufre hasta cal viva o nitrato.

Cristal Flexible

cristal flexible

Existen referencias a este invento en el primer siglo D.C. Según cuentan los escritos su creador presentó al César un cuenco creado con una especie de cristal, para a continuación tirarlo al suelo. El cuenco no se rompió, sino que solo se abolló se pudo volver a dejar en su forma original a martillazos. El artesano juró al emperador que sólo él conocía el proceso de creación, tras lo cual este ordenó decapitarlo para evitar que este nuevo material devaluara metales preciosos como el oro y la plata.

El antídoto a todos los venenos

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Esta “cura milagrosa” era capaz de luchar contra todo tipo de venenos, y por eso jefes de estado que temían por su vida como el Emperador Nerón lo tenían cerca. Mitrídates VI de Ponto fue su supuesto creador, y aunque no se conoce su composición exacta se sospecha que tendría opio, serpiente, y pequeñas dosis de otros venenos.

El rayo de calor

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El creador de este invento es probablemente el mas famoso de todos, Arquímedes, pero pese a eso se sabe poco de esta máquina mortal capaz de incendiar ciudades enteras. En teoría está construida en base a escudos de bronce pulidos, que reflejaban y concentraban los rayos solares en la situación del enemigo, como las velas de los barcos. Pero los intentos de construir algo semejante no han dado los mismos resultados.

El hormigón romano

hormigon roma

Que aún queden edificios romanos sin problemas estructurales demuestra que algo sabían. En particular la culpa la parece tener el hormigón; todo apunta a que la ceniza volcánica en la mezcla es la pieza que falta, aunque tiene sus puntos negativos: aunque dura mas es mas débil y tarda más en secarse.

Acero de Damasco

acero de damasco

Las espadas de acero de Damasco han sido protagonistas de todo tipo de leyendas por su durabilidad y fortaleza. Proveniente de Oriente Medio, su fabricación empezó en el 300 A.C. pero paró repentinamente en el siglo XVIII. Los estudios sobre algunas piezas aseguran incluso que fueron creadas con un proceso muy similar a la nanotecnología, añadiendo materiales en la producción que crean reacciones a nivel cuántico.