Los microscopios electrónicos son ventanas a otro mundo, un mundo alienígena que nos ofrecen una nueva perspectiva de nuestro mundano día a día. No solo eso, sino que como ha demostrado el químico Wim Noorduin, también pueden servir como otra manera de apreciar el arte de la escultura; para ello ha creado ocho nano-estructuras que solo pueden ser admiradas si tenemos un microscopio electrónico, y os aseguro que no son baratos.

Arte y ciencia de la mano.

Todo forma parte de un estudio con el que Noorduin quería encontrar una manera de crear estructuras en miniatura únicamente cambiando el entorno usando compuestos químicos; finalmente aprendió que podía esculpir cristales conforme estos iban creciendo, usando carbonato de bario y silicato sódico. Gracias a esto podía crear estructuras complejas con gran precisión a una escala diminuta, una precisión que usó idear “nano-flores” de cristal similares a las de la naturaleza.

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Hay que aclarar que los microscopios electrónicos producen imágenes en blanco y negro, ya que son el producto de un barrido de electrones que rebotan con la estructura; el color que vemos se añade posteriormente y en este caso es una decisión artística, aunque normalmente se usa para reconocer fácilmente partes de una estructura.

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Noorduin ya está pensando en su próximo proyecto buscando los límites de esta técnica, como escribir un mensaje en morse en una flor. Suena improductivo, pero en realidad puede tener su utilidad en la creación de estructuras cada vez mas complejas y pequeñas, y por lo tanto eficientes.

Fuente | The Creators Project