La reducción de las emisiones de CO2 a la atmosfera sigue siendo aún a día de hoy un tema a tener en cuenta. Su captura y almacenamiento es algo bastante caro, por lo que siempre se escoje la vía fácil: Lanzarlo al aire (literalmente). Sin embargo, esto lleva asociadas una serie de consecuencias, entre las que destaca la grave contaminación del medio ambiente. Pero puede que estemos cerca de hacer mucho más eficiente (y barata) tanto la captura como el almacenamiento de este potencial contaminante atmosferico gracias a una nueva investigación.

La refrigeración abarataría los costes del almacenamiento de carbono

Según un estudio de la empresa escandinava Sintef, la tecnología de la refrigeración podría ser capaz de reducir hasta un 30% los costes del almacenamiento, aumentando así una rápida implementación de esta vía, en lugar de liberar el carbono a la atmósfera:

“Hemos sido capaces de demostrar que hay una serie de importantes mejoras posibles a realizar en el proceso. Dicho esto, la captura de CO2 en frío resultó ser una de las tecnologías más prometedoras.”

Para llevar a cabo el proceso, los gases de combustión procedentes de las centras eléctricas o plantas industriales se condensarían en forma líquida. Posteriormente, este líquido se transporta a través de gasoconductos, en tanques o en barco. Actualmente el proceso requiere productos químicos o materiales avanzados para extraer el CO2, pero la investigación sugiere que estos métodos de transporte necesitarían menos energía y por tanto un coste menor.

Actualmente existe una zona en el mar del Norte denominada “campo de Sleipner”, donde se encuentran unos 11 millones de toneladas de CO2 inyectado desde 1996. La preocupación es lógica, ¿y si existen fugas? En tal caso el CO2 sería absorbido por el agua, aumentaría su acidez y el ecosistema quedaría dañado. Sin embargo, tras seis estudios sísmicos en 3D (el más reciente datado en 2008) se ha llegado a la conclusión de que el CO2 está seguro en esta zona submarina.

¿Resolverá este sistema la contaminación por emisiones de CO2?

contaminacion

Sinceramente, aunque el sistema suena genial, la captura y almacenamiento de CO2 líquido no es cosa de milagros ni conseguirá resolver totalmente el problema de las emisiones a largo plazo. Es un paso más y puede formar parte de un conjunto de estrategias para reducir las emisiones, y de hecho puede llegar a solucionar gran parte del problema, pero no del todo. Además, aún falta saber donde se dispondrá el deposito de este CO2, porque habrá que dejarlo en algún sitio (por mucho que sea en forma líquida y enfriada), y según el Instuto Global CCS es posible que se tarde entre 5 y 10 años en preparar un lugar adecuado para el almacenamiento de este carbono, por lo que si contamos desde hoy hasta al menos 2020, como poco, aún no sabríamos donde dejarlo.

Por el momento es una forma viable y económica de poder guardar el CO2 evitando costes excesivos o energía innecesaria, pero cabe esperar que las empresas y los diferentes gobiernos colaboren y se pueda construir toda la infraestructura necesaria en el menor tiempo posible para llevar a cabo todo esto. Por el momento, el concepto es bonito, pero nada más.

Vía | Sintef.