Si, lo sabemos, cada vez hay más y más descubrimientos de exoplanetas potencialmente habitables por su gran parecido a la Tierra. Sin embargo, algunos son mucho más parecidos que otros, y ahí radica la importancia de estos descubrimientos. En el caso de hoy el planeta recientemente descubierto (de hecho se acaba de anunciar en una rueda de prensa de la NASA) se encuentra a unos escasos 500 años luz de distancia, en la Constelación del Cisne, orbitando a una estrella más pequeña y más roja que nuestro Sol, pero con un tamaño muy similar al Planeta Azul

El planeta “gemelo” de la Tierra

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Su diámetro es apenas un 10% mayor que la Tierra, y su situación respecto a su estrella es la idónea para poseer agua incluso en forma líquida, lo cual nos hace tener esperanzas respecto a su extremo parecido a nuestro propio planeta. Como ya sabéis, la cuestión del agua es la más buscada cuando se investiga la existencia de exoplanetas por parte de científicos, pues de momento sigue siendo un pilar esencial para la vida tal y como la conocemos.

Aún así, según los recientes estudios, en teoría deberían existir muchos planetas de este tipo. Es decir, habría muchos planetas de un tamaño similar a la Tierra y en una zona “habitable”, con agua líquida en su interior y a una distancia prudencial de su respectiva estrella como para sobrevivir sin ser exterminados por las altas temperaturas.

kepler186f

Pero claro, las observaciones son difíciles, y el telescopio Kepler de la NASA ha necesitado 4 años para observar 150.000 estrellas y encontrar este tipo de planetas. En el caso concreto del que hablamos hoy, su nombre será Kepler-186f, y ya se ha descrito como un “primo” de la Tierra, pues llamarlo “planeta gemelo” es aventurarse demasiado.

Vía | Discovery News.