Recientemente, el Museo de Historia Natural Americano de Nueva York ha elaborado una exposición en la que se hablaba de los pterosaurios, los reptiles voladores que convivieron con los dinosaurios. Ahora queremos enseñaros 5 datos interesantes que probablemente no sabéis:

1. No son dinosaurios

Con ellos, sólo tienen en común un antepasado que vivió hace más de 230 millones de años. Desde entonces, la especie evolucionó en dos ramas distintas. Estos reptiles llegaron a poblar todos los continentes del planeta y se extinguieron hace 150 millones de años, como los dinosaurios.

2. Tampoco son pájaros

Las aves que surcan los cielos hoy día no son parientes cercanos de los pterosaurios. De hecho, los pájaros, murciélagos y los pterosaurios evolucionaron hasta volar de manera independiente, siendo los reptiles los primeros en hacerlo.

Sí que tienen cosas en común, como los huesos de las alas, huecos y ligeros, aunque su fisionomía no tiene nada que ver con la de los pájaros actuales.

3. Algunos medían más que un avión

Los paleontólogos han registrado más de 150 especies diferentes de pterosaurios, entre las que había gran distinción de tamaño. El más pequeño, el Nemicolopterus, podía medir aproximadamente 25 cm, mientras que el Quetzalcoatlus, el más grande, medía más de diez metros, más grande que una avioneta de dos plazas.

Sus alas tenían la misma estructura que las alas de un avión, más gruesas por delante pero delgadas al final, direccionando el aire hacia la superficie del ala y permitiendo que volara.

4. Tenían pelo y eran de sangre caliente

El descubrimiento de un fósil de pterosaurio en 1960 desvelaba la existencia de unas fibras similares al vello. Tales evidencias confirmaban que especies como el Sordes Pilosus (el de la imagen inferior) estaban cubiertas de un pelo fino.

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La existencia de vello corporal afirmaba que estas especies necesitaban mantener el calor corporal, por lo que se supone que fueron de sangre caliente.

5. Caminaban a cuatro patas

Durante más de un siglo, los paleontólogos han discutido sobre cómo estos animales se movían por tierra. Algunas teorías sugerían que lo hacían como los murciélagos, y otras que corrían a dos pies como un correcaminos. Pero las últimas huellas desde Marruecos han revelado que caminaban a cuatro patas, usando tres dedos en las patas delanteras y cuatro en las traseras.

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Fuente | PopularMechanics