Los coches eléctricos tienen muchas ventajas, pero sin duda alguna su mayor desventaja es la necesidad de recargarlos, de contar con un enchufe eléctrico compatible. En este sentido se están implementando muchas estaciones de recarga en las principales ciudades del mundo, pero hay muchas ocasiones en las que eso no es posible, como por ejemplo en las calles mas concurridas e importantes.

Aprovechando lo que ya hay

La ciudad de Nueva York ha resuelto este problema de manera ingeniosa. En vez de colocar una estación de carga que ocupe espacio destinado a peatones, ¿por qué no aprovechar lo que ya hay? Eso es lo que pensó Jeremy McCool, CEO de Hevo Power, cuando caminaba por la ciudad y se dio cuenta de que las tapas de alcantarilla estaban en los lugares ideales para realizar esta tarea.

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La clave está en la recarga inalámbrica, que permite que todos los cables y todos los riesgos asociados permanezcan bajo tierra, convirtiendo la tapa de alcantarilla en una estación de carga. Sin embargo, a diferencia de los sistemas de carga inductiva, este será un sistema de resonancia, mas efectivo porque se pierde menos energía en la transferencia al contar los dos extremos con condensadores eléctricos que se conectan usando una frecuencia específica.

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Por el momento este sistema se implementará a lo largo de este 2014, con vistas a convertir a Nueva York en una ciudad de coches eléctricos.

Fuente | Wired