La electricidad siempre ha tenido un lugar extraños en la medicina: sus efectos en el cuerpo humano se han conocido desde hace mucho, y los tratamientos que sientan sus bases sobre la electricidad han ido viniendo.

El Museo Bakken de Mineápolis es un museo que alberga una colección de más de 2300 aparatos eléctricos, y de esa cantidad de aparatos Wired nos trae 10 que fueron construidos en algún punto del siglo pasado y que sorprenden por su función dentro de la medicina que venían a cumplir. Los dispositivos son los siguientes:

Estimulador de nervios Garceau

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La documentación que acompaña a este dispositivo hace pensar que el aparato, construido en algún punto entre 1940 y 1970, servía para estimular el cortex cerebral durante una cirugía cerebral. Esto podría servir para ayudar a los cirujanos a detectar la fuente de los ataques epilépticos de un paciente, por ejemplo.

Ectron Mark 4 ECT

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El siguiente dispositivo sirve para lo que conocemos hoy en día como terapia de electrochoque: el objetivo era reiniciar el cerebro de alguien sumergido en una depresión induciendo convulsiones con electrodos en la cabeza. Hoy en día esta terapia está reservada para los casos más severos de depresión que no se pueden tratar con medicación y se aplica de una forma más humana y segura, pero tiene fama bastante negativa por su uso en la gran pantalla. De todas formas, en la documentación que acompañaba al Mark 4 podemos ver notas como amnesia y confusión reducidas (este tipo de terapias suelen causar estos efectos secundarios) y quemaduras en la piel eliminadas.

Máquina de electrosueño

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Este dispositivo tiene su origen en el CES, Cranial Electrotherapy Stimulation por sus siglas en ingles, que es un método de estimular el cerebro durante el sueño para mejorar la calidad del descanso. Fue construido entre los años 50 y 60, en el momento en el que esta técnica cogía muchísima popularidad en Rusia, y fue el primer modelo hecho en los Estados Unidos. Según podemos leer en la documentación, los impulsos eléctricos inhiben levemente el sistema nervioso central, lo cual es equivalente al efecto que tendría un tranquilizante sobre el mismo paciente.

Electroson

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Esta máquina portátil tiene un propósito bastante similar a la anterior, siendo construida en Rusia en el año 1969. El dispositivo produce pulsos de baja frecuencia de corriente eléctrica capaces de estimular el cerebro mientras el paciente duerme.

Alpha-Stim 2000

Esta máquina, hecha por una empresa que a día de hoy sigue creando productos similares, data del 1983 y se basa en un método en el que la electricidad pasa por el cuerpo a través de dos electrodos situados en un punto concreto. Básicamente trata de eliminar el dolor del paciente, pesa 18kg y esta valorada en 4.235€

Cyborg P303

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El Cyborg P303 tenía una función bastante curiosa: convertir las señales eléctricas de los músculos en sonidos. La idea era aprender a controlar los procesos fisiológicos que de forma normal no son conscientes, con un supuesto beneficio para nuestra salud a la hora de tratar con diversos trastornos relacionados con el estrés. A esto se le llama biofeedback, para ser más exactos.

Cyborg Q700

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Hecho por la misma empresa que el Cyborg P303 entre 1977 y 1982, consistía en un acumulador de tiempo para la terapia de biofeedback que resultara flexible y a la vez tuviera un precio razonable.

Electrosone 50

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Este dispositivo, creado en 1973, cumplía la función de enviar una corriente de latidos muy débiles a través del cerebro del paciente con el fin de ayudar en los campos de la relajación y el sueño. Incluye unos electrodos que deben de ser posicionados en la parte posterior del cuello y sobre los párpados cuando el ojo esta cerrado. Además parece haber sido utilizado en un estudio sobre estados alterados de la conciencia.

Sensor de ondas Alpha

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La siguiente máquina data de algún punto entre 1965 y 1979, y convierte las ondas alpha (oscilaciones electromagnéticas que surgen de la actividad sincrónica y coherente de las células cerebrales, y que normalmente se originan cuando la persona esta relajada con los ojos cerrados, pero tampoco dormida) en sonido para poder aplicar el biofeedback. Lo verdaderamente novedoso de este aparato, según su patente, es que sus electrodos funcionan con el simple contacto de la piel y no requieren que el paciente se afeite la cabeza o aplique crema para electrodos.

Instrumento de música de biofeedback

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Sí, un instrumento que se basa en los sonidos que genera el biofeedback para componer una melodía. Este aparato, que data del año 1974, esta hecho para dos participantes: cada uno se coloca una de las correas con electrodos, y la máquina convierte las señales eléctricas de su cerebro en sonido. Es como si utilizaras tu cerebro para componer una canción, como un instrumento.

Fuente | Wired