Los fabricantes de hardware dedicado a los usuarios mas entusiastas nunca han conseguido en consecuencia una cuota de mercado espectacular, pero siempre están ahí, como una referencia que tienen los usuarios y el resto de compañías para separar el grano de la paja. Pese a que su coste suele ser bastante mayor, sus productos tienen ese aire, esa garantía de que son superiores a otros productos normales; al mismo tiempo, contar con una de esas piezas en tu ordenador es motivo de orgullo. OCZ era una de esas compañías, pero lamentablemente hoy ha anunciado su posible final con la declaración de bancarrota.

OCZ es un fabricante que siempre se ha especializado en memoria. Por eso, aunque su nombre ha aparecido en varios tipos de productos que no tienen nada que ver con eso, como fuentes de alimentación, los aficionados siempre la hemos tenido en cuenta a la hora de actualizar nuestra RAM. Sus disipadores integrados en la memoria de colores dorados, plateados y cobrizos se han grabado en la retina de muchos.

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Con la llegada de la tecnología SSD, estaba claro que OCZ tenía que tomar una posición ventajosa, y así fue. Las suyas fueron de las primeras unidades SSD en llegar al mercado del consumidor final, en un momento en el que su precio era tan elevado como ridículo era su espacio de almacenamiento. Pero, de nuevo, eso es algo a lo que están acostumbrados los mas entusiastas, así que los primeros años de esta tecnología pasaron con OCZ como el fabricante a tener en cuenta.

Todo eso cambió con la popularización de este tipo de unidades. Fabricantes como Samsung iniciaron una carrera de bajada de precios que OCZ simplemente no podía (ni quería) seguir. No era una situación muy diferente a la que disfrutó en el campo de la memoria RAM, en el que siempre han existido alternativas mas baratas a las memorias “premium” de OCZ. La diferencia es que en el terreno de los SSD no existe tanta gente dispuesta a pagar un añadido por un rendimiento algo superior.

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Para la mayoría de los usuarios, la velocidad conseguida con un SSD de gama baja es mas que suficiente, por lo que gastar mas dinero en un dispositivo mejor no tiene mucho sentido. Además, OCZ empezó a recibir críticas de una baja fiabilidad comparada con otros fabricantes, que han ido alimentando una mala fama que se notó en las ventas. Hace apenas un año el 28% de la plantilla fue despedida y se abandonó buena parte de la gama. Pese a todo, y después de cinco años de pérdidas, se ha decidido liquidar la compañía.

La única esperanza de los trabajadores queda en Toshiba, que se ha presentado como una posible compradora de todos los activos. Es poco probable que en caso de que la venta se formalice la marca OCZ continúe, así que ahora es un buen momento como cualquier otro para decirle adiós a uno de los fabricantes mas conocidos, para bien o para mal.

Fuente | Nasdaq