Dejando de lado la polémica con el iPhone 5C, la verdad es que las novedades que se presentaron para el iPhone 5S fueron muy jugosas. Desde la nueva cámara que deja los megapíxeles a un lado para conseguir grandes imágenes, hasta el lector de huellas que nos permite identificarnos, todas estas novedades se llevaron muchas alabanzas, pero hubo una en particular que pasó sin pena ni gloria. Estoy hablando del chip M7, que acompaña al procesador A7 del dispositivo.

Incluir otro chip en el diseño de un smartphone no es tarea pequeña. El fabricante debe tener en cuenta muchos detalles, como el consumo de batería, la generación de calor o si simplemente tiene espacio o no en el dispositivo. Por eso es algo extraño que, cuando Apple explicó para qué servía el M7, vendiese tan mal sus posibilidades. Si nos guiamos por la conferencia, la única mejora que aporta este procesador es que las aplicaciones de ejercicios y fitness ahora son mas precisas. Cuesta mucho aceptar que Apple haya gastado tanto para apelar a un nicho tan específico.

Eso es porque, por alguna razón, Apple no explicó todas las verdaderas posibilidades del M7. Básicamente, es un procesador que es capaz de entender cuándo nos estamos moviendo y cómo lo estamos haciendo, y puede pasar esa información a las aplicaciones para que hagan cosas interesantes con esos datos.

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Por ejemplo, puede detectar cuando estamos en un vehículo en movimiento, y en consecuencia dejará de buscar redes Wi-Fi gastando batería inútilmente. También puede detectar si nos hemos bajado del coche y seguimos a pie, momento en el que el navegador de mapas cambiará de modo, no sin antes guardar la localización del coche para cuando volvamos a por él. Otro ejemplo es si detecta que lleva mucho tiempo sin moverse porque estemos durmiendo, reducirá las comunicaciones con la red para ahorrar batería.

Como vemos, hay una gran cantidad de posibilidades mas allá del “fitness”, lo cual nos lleva a la pregunta obligada, ¿porqué Apple no presentó el M7 con estas funcionalidades? Puede haber varias razones, la principal de ellas que estas funciones aún no estén desarrolladas, y Apple prefiera esperar antes de presentarlas al público.

La segunda es algo mas oscura: después de las revelaciones de que la compañía forma parte del programa PRISM por el que la agencia NSA de los EEUU puede acceder a sus datos, puede que Apple haya visto demasiado arriesgado presentar una funcionalidad potencialmente invasora de la privacidad. Es cierto que también anunció un lector de huellas dactilares, pero en ese caso se aseguraron de aclarar que esos datos no pasan por sus servidores. La situación es bastante tensa para todas las compañías implicadas en el caso PRISM, y bien podría haber provocado un retraso en el anuncio de estas características.

Sea como fuere, es bueno saber que el nuevo iPhone 5S tiene incluso mas posibilidades de las que mostró Apple.

Fuente | 9to5Mac