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Los primeros tratamientos contra el nuevo Coronavirus son satisfactorios

20 abril, 2013 21:06

Hace un mes mi compañero Roberto nos hablaba de los coronavirus como los candidatos perfectos para generar una pandemia en la actualidad. Y no es para menos ya que los coronavirus causan enfermedades respiratorias en humanos, que van desde algo tan común como un resfriado al temido SARS (Síndrome Agudo Respiratorio Severo), que causa la muerte en la mayoría de los pacientes que lo contraen en cuestión de días.

La alarma con este tipo de virus volvió a saltar el año pasado por un nuevo tipo de coronavirus (nCoV) muy agresivo que apareció en Arabia Saudí. De los 17 casos registrados por la OMS, 11 acabaron con la vida de los pacientes. Debido a esta elevada tasa de mortalidad, la necesidad de investigar un tratamiento contra él era bastante urgente y a día de hoy ya tenemos los resultados de las primeras investigaciones.

Fármacos contra la hepatitis C son válidos para el nuevo coronavirus

Científicos de los diversos NIH (National Institutes of Health) han estudiado el nuevo coronavirus y han descubierto que una combinación de dos antivirales impide que el virus se replique en células cultivadas en laboratorio. En otras palabras, si el virus no es capaz de dividirse en nuestras células, la infección no avanza. El estudio se publica en la revista Scientific Report.

Los fármacos han sido probados en el laboratorio en dos tipos de células de mono con resultados satisfactorios. Los fármacos son la ribavirina y el interferón alfa-2b, ambos aprobados y utilizados en el tratamiento de la hepatitis C. El único problema es que las dosis utilizadas para que sean efectivas contra el coronavirus son más elevadas de lo que se suele utilizar en humanos así que habrá que seguir investigando y encontrar la dosis adecuada para que sea igualmente efectivo en humanos.

Insisto en que el tratamiento está aún en fase de prueba pero los primeros resultados tienen muy buena pinta. Esperemos que finalmente se confirme su eficacia en humanos y que el nuevo coronavirus no se convierta en un agente capaz de crear una pandemia.

 

Fuente: NIH