Era de esperar que Canon tuviese preparada una estrategia para con la nueva Full Frame de Nikon, la D600, evocando la archiconocida pelea de titanes: si uno oficializa un nuevo tipo de cámara u objetivo, el otro ya tiene preparada una respuesta para contratacar, que puede ser más o menos apropiada, pero de todas formas sigue siendo una respuesta inmediata.

Bajo el nombre de 6D, Canon presenta un modelo de cámara Full Frame que muchos, incluido yo, esperaban que fuese la competencia directa y reñida con la citada Nikon. En cualquier caso, y contemplado desde mis ojos, no resulta así por numerosas razones. A continuación expondré algunas de esas razones totalmente personales que cuestionan si este modelo realmente ofrece algo interesante que la competencia no ofrezca a mejor precio y, paralelamente, contrastaré algunas cifras que son totalmente objetivas para tener una perspectiva un poco más completa y lo menos sesgada posible. Aquí no estamos para someter, si no para dar nuestra opinión de las cosas.

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Comenzamos, como siempre, indicando las especificaciones técnicas básicas:

• Sensor Full Frame de 20.2 MP de resolución
• Procesador DIGIC 5+
• Sensibilidad ISO 100-25.600. Ampliable a 51.200 y 102.400.
• Sistema de AF de 11 puntos.
• Grabación vídeo FULL HD a 30p, 24p, 25p. A 720p se amplían los frame rates hasta 60p.
• Ráfaga de disparo a 4.5 fps
• Precio estimado de 2.099$ o 2.899$ con el 24-105mm f4L IS USM.

En primer lugar, mientras que la 6D apuesta por una resolución contenida de 20.2 MP, la Nikon D600 salta a los 24.2 MP. En este aspecto, es probable que Canon haya perfeccionado el sensor para gozar de una respuesta excelente en sombras profundas a altas sensibilidades, aumentando lógicamente el pixel pitch de las células foto-receptoras a costa de reducir un poco la resolución. Este tamaño está confirmado por la ficha oficial de la compañía y se establece en 6.55µm, tan sólo o.16µm más que la 5D Mark II.

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Si todos los privilegios del sensor, que son meras especulaciones mías, se cumplen, será un gran favor que puede suponer una considerable diferencia. Como extensión del anterior punto, la sensibilidad ISO desbanca completamente a la Nikon D600. Mientras que ésta permite un rango entre 100-6400 y ampliable a 25.600, la 6D ejecuta 100-25.600 nativo y dos extensiones forzadas de 51.200 y 102.400. Me gustaría reflexionar brevemente sobre estas cifras, anexando con el punto uno:

Si este sensor, junto con el nuevo procesador DIGIC 5+, no está apropiadamente optimizado para permitir estas desbordantes sensibilidades, carecen de sentido todas las bendiciones anteriormente señaladas, especialmente el rango de sensibilidades ISO. Dice un refrán que donde no hay mata, no hay patata. Si realmente estos astronómicos ISO’s son usables, Canon poseerá un sensor extremadamente polivalente. De lo contrario, será una perdida de tiempo y de dinero no justificada: un disparate numérico y nada más.

Al margen del foto-captor, nos encontramos que la 6D permite disparos en ráfaga de hasta 4.5 fps, en comparación a los 5.5 fps que ofrece la D600, con el añadido de permitir ese disparo extra por segundo con 4 MP más de resolución. Punto clarividente para los mecanismos internos de Nikon, salvo que, obviamente, este apartado no sea un must para el usuario.

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No obstante, nos topamos con otro desequilibrio extraño en el apartado de AF. Mientras que la Nikon D600 flexibiliza su operatividad con un AF de 39 puntos, operativo con 7 puntos hasta diafragmas de 8f, la 6D se queda con tan sólo 11 puntos de AF. Ya hemos mencionado en numerosas ocasiones que una de las trabas que desprestigiaba una excelente cámara como lo es la 5D Mark II era su ciertamente pobre AF, heredado de la 5D clásica. No entiendo como la compañía no incorpora definitivamente nuevos mecanismos de AF mejorado para sus próximos modelos Full Frame, sean o no de élite. En este aspecto, nuevamente, el punto va para Nikon.

Analizando las cualidades internas, la 6D incorpora un sistema inalámbrico interno, junto con un GPS integrado. El sistema sin cables habilita, como citamos en el caso de la D600, operar la cámara mediante un dispositivo móvil con sistema operativo Android o iOS, al igual que permite enviar las fotografías tomadas directamente a un dispositivo de almacenamiento receptor, al propio móvil o a una red social. En cuanto al GPS, es la única novedad que el modelo mencionado de Nikon no posee, un dispositivo que, personalmente, no sé hasta qué punto es una increíble mejoría o simplemente una herramienta —útil, eso sí— que, aunque deduzco que algunos expertos del género Wildlife y Landscape agradecerán, creo que no aumentan realmente las necesidades técnicas que un fotógrafo precisa como elementales. Prefiero un mapa y una cámara imbatible que un GPS integrado en un cuerpo bastante mejorable.

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Asimismo, la 6D quiere presumir, también, de ser la FF digital más ligera de la casa, con tan sólo 680g sin tarjetas ni batería y empleando un sellado externo ligero que la protege de polvo y humedad. Contiene ranuras para tarjetas SD, SDHC y las nuevas UHS-I. El obturador estima una vida útil de 100.000 ciclos, lo que considero bastante poco en comparación a modelos homólogos de la competencia. Además, el Firmware oficial incorpora un sistema HDR para tomar 3 fotografías con distintas exposiciones y fusionarlas para obtener una única toma.

En definitiva, este modelo no ha sido la sorpresa que, al menos en mi caso particular, esperaba con ahínco. El precio que ostenta su cuerpo es 100 dólares más que la Nikon D600 que no tiene nada que envidiarle en cuanto a mecanismos internos, acabado exterior, durabilidad y operatividad. Pero lo que realmente uno se debe plantear es: ¿realmente merece la pena este modelo antes que una rebajada 5D Mark II por 300 dólares menos? Tiene el mismo sistema de AF, mayor resolución —repito que esto no siempre debe ser una virtud—, sólo tiene 0.9 fps menos de ráfaga y el ISO es aceptable, entre 100-6400 y forzado hasta 25.600. ¿Tras cuatro años de diferencia tecnológica este es el resultado? ¿Realmente hay tanta diferencia entre un modelo y otro? Supongo que depende de quién se formule estas preguntas, hallará un tipo u otro de respuestas.

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Finalmente, no voy a opinar sobre los sensores, puesto que no tenemos datos por el momento, y me gustaría creer, con bastante efusión he de añadir, que debe ser la gran virtud de esta nueva 6D, cuyo rango dinámico, fidelidad de colores y relación señal/ruido  serán suficientes motivos técnicos y cotejables para ignorar el resto de pequeñas –o grandes, según se mire— diferencias que hacen cuestionarse muchas cosas frente a las ofertas de la competencia.

Página oficial de la Canon 6D