Resulta paradójico pero es así. La cafeína, esa sustancia psicoactiva que se encuentra en bebidas como el café, y que si es consumida en exceso puede causar nerviosismo, insomnio, taquicardias y… temblores, podría mejorar los problemas motores de los afectados por Parkinson. Según una investigación de la universidad McGill de Canadá, que ha sido publicada en la revista American Academy of Neurology la administración de cafeína en personas con Parkinson, ha demostrado mejorar la sintomatología de la enfermedad, especialmente los temblores y los problemas de movilidad.

El estudio, capitaneado por el Dr Ronald Postuma, observó a 61 personas afectadas por parkinson durante las 6 semanas que se efectuó el tratamiento. Se dividió aleatoriamente a los sujetos y se les suministró diariamente con píldoras. A un grupo se les dio píldoras que contenían cafeína, el contenido diario fue el equivalente a 3 cafés las tres primeras semanas, y el equivalente a 6 cafés las otras 3 semanas siguientes (2 dosis de 100mg al día las tres primeras semanas y 2 dosis de 200mg las tres últimas semanas). El otro grupo tomó píldoras sin ningún contenido, simplemente como placebo.

Los resultados obtenidos demostraron que únicamente el grupo que había tomado la cafeína presentaba mejorías significativas de sus temblores y de su movilidad. Ronald Postuma comenta que:

Experimentaron una mejoría de cinco puntos con respecto a los que recibieron placebo en los síntomas motores de la enfermedad como la lentitud de movimientos, la rigidez muscular, los temblores o la pérdida de equilibrio.

Esto confirma que, pese a que se esté investigando en diferentes fármacos para mejorar esta misma sintomatología, la cafeína podría ser una opción de tratamiento para la enfermedad del Parkinson. Además, los problemas de somnolencia o nerviosismo asociados al consumo de cafeína fueron “marginales”, quizás en parte, gracias a que las dosis de cafeína fueron elevándose gradualmente.

El propio Dr. Postuma confirma que la cafeína debe estudiarse todavía más, pues podría utilizarse sino como principal tratamiento (algo que por ahora parece complicado), sí como un complemento eficaz a la medicación.

Vía| Europapress