Mañana entra en vigor el nuevo Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR). Es algo que ya sabíamos desde hace al menos dos años, pero se ve que muchas empresas no han tenido tiempo de adaptarse a los cambios. Han apurado tanto el tiempo, que a falta de un día, y tras los dos años de gracia que dejó la Unión Europea, no han llegado a tiempo, algo completamente surrealista. Y está causando que muchos servicios y aplicaciones cierren en Europa.

Instapaper, la aplicación que nos permite guardar noticias y webs para leerlas más tarde, es el último servicio que ha anunciado su cierre en la Unión Europea, aunque en este caso es algo temporal hasta que se adapten a la nueva normativa, tal y como han anunciado. Es decir, que cuando terminen de adaptarse al RGPD, volverá a funcionar por estas latitudes.

Instapaper no funcionará en Europa hasta nuevo aviso

Es aún más surrealista cuando recordamos que Instapaper fue comprada por Pinterest en 2016. En cualquier caso, no se trata de una compañía pequeña que no tenga recursos para adaptarse a la nueva ley en los 2 años de gracia, sino que simplemente ha sido dejadez; como cuando en el colegio tenías todas las vacaciones para rellenar los cuadernos rubio y lo terminas dejando para los últimos días, pues lo mismo.

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La Unión Europea dio 2 años para adaptarse, pero a muchas apps le ha pillado el toro

Instapaper envió un correo a todos los usuarios registrados en Europa a los que afecta la medida, aunque todavía no ha suspendido sus actividades y aún se puede entrar. Avisan, no obstante, que el cierre se producirá hoy mismo, antes de que entre en la nueva ley sea de obligado cumplimiento (pues, en realidad, entró en vigor hace dos años, pero no era obligatorio hasta ahora).

En otras compañías, en cambio, no se ha tratado de algo temporal, sino que han cerrado de forma definitiva porque simplemente no quieren adaptarse a la nueva ley. El GDPR, como vemos, es muy bueno para el usuario europeo, porque le protege, pero está causando efectos secundarios inesperados, como el hecho de que algunas empresas salgan de Europa.

Otro de los casos más sonados ha sido Ragnarok Online, un juego muy conocido que literalmente ha expulsado a todos sus jugadores de la Unión Europea para no cumplir con el nuevo reglamento; simplemente no quieren actualizar sus términos y prefieren cerrar en numerosos países.